Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Durante su homilía del Domingo de Corpus Christi en la Basílica de San Patricio en South Dunedin (Nueva Zelanda), el presbítero Vaughan Hook, de 50 años, hizo un viaje por el camino de la memoria comenzando con su Primera Comunión.
Sus palabras clave fueron “yo” y “mamá” seguidas de “sentimiento”, “sorprendente” y “maravilloso”.
Cuando era adolescente, una vez dejó caer la hostia en el suelo que él había recibido en la mano. “Hookie” quería «recogerla más tarde», pero una mujer se le adelantó y se la llevó al presbítero.
Hace tres años, Hook estaba gravemente enfermo en el hospital, incapaz de moverse o comer. Después de tres meses enteros, comenzó a comer comida blanda. Como «realmente ama el jugo de frambuesa», una hostia Novus Ordo fue sumergida en jugo de frambuesa «y tenía un sabor increíble. Me encantó. Fue tan genial», comentó.
Después de distribuir la Comunión al final de la Eucaristía, Hook le dio a la pequeña y anciana congregación una sonrisa de “wow” y agregó otra anécdota de su época como diácono y ex capitán del Pioneer Rugby Club.
Llevó la comunión a un ex capitán del club de rugby Albion que estaba en su lecho de muerte. Pioneer Rugby y Albion Rugby son rivales. Antes de recibir la Comunión, el hombre oró contra el club de Hook.
Hook le advirtió en broma que, por última vez, le llevaría la Comunión con una camiseta de los Pioneros. Cuando llegó el día, Hook apareció con el viático, vistiendo la camiseta del club del moribundo.
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