Noticia tomada de distintas fuentes.
Guido Viero y Ester Goffi, los dos extremistas climáticos de “Ultima Generazione” que se pegaron a la estatua de Laocoonte en los Museos Vaticanos, fueron sentenciados in abséntia el lunes 12 de Junio a una pena suspendida de nueve meses de prisión y 1.620 euros (1.749 dólares estadounidenses) de multa cada uno, mientras que Laura Zorzini, una tercera activista de 28 años oriunda de Trieste que grabó a los manifestantes, recibió una multa de 120 euros (129 dólares estadounidenses).
Viero, Goffi y Zorzini fueron condenados por los delitos de resistencia e irrespeto a la autoridad, y daño agravado, porque el pasado 18 de Agosto de 2022 pegaron sus manos con adhesivo industrial a la base del grupo escultórico del Laocoonte –tallado alrededor del siglo I antes de Cristo–, y Zorzini los grabó mientras se negaban a ser conducidos fuera del museo por los elementos de la Gendarmería.
Por orden del presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, «en nombre del papa Francisco», la ejecución de la sentencia, para Viero (62 años) y Goffi (26), ha quedado suspendida por cinco años previo pago de una indemnización a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano con 28.148 euros (30.267 dólares estadounidenses) por daño patrimonial, y por dos años la multa de 120 euros a Viero y Zorzini. Asimismo, esta condena no se anotará en su expediente a menos que cometan otro delito.
El juicio se abrió el 9 de Marzo de este año. La promotora de justicia (fiscal) Catia Summaria había pedido, para los dos principales imputados, la pena de 2 años y 5 días para Viero y 2 años para Goffi, con 3.000 de multa, y un mes de prisión para Zorzini. Alternativamente, en caso de suspensión de la pena, había pedido que ésta se subordinara a la indemnización por daños y perjuicios. Viero y Goffi, además de pagar los daños y perjuicios, también tendrán que pagar 1.000 euros (1075 dólares estadounidenses) por costas procesales y los honorarios de sus abogados de oficio.
En su alegato final, el abogado del Estado de la Ciudad del Vaticano acusó a los ultras del cambio climático de aprovecharse de la preocupación del papa Francisco por la situación medioambiental para causar un daño «inestimable» a una pieza histórica de mucho valor.
La defensa, nombrada de oficio, había invocado en cambio la absolución porque el hecho no constituía delito. Rita Claudia Baffioni, por Viero, habló de «suciedad» y no de daños, subrayando que el saldo final de los gastos de restauración fue de 3.148 euros, contra los 150 mil del presupuesto inicial.
La abogada de Goffi, Cristiana Arru, reiteró la tesis de la defensa según la cual la base y la obra, «de un valor incalculable», no pueden equipararse, pues ni siquiera el principal testigo de cargo, el jefe del laboratorio de restauración de materiales de mármol y piedra de los Museos Vaticanos Guy Devereux, habría hablado del bloque de mármol como un mero marco para permitir el movimiento de la obra y no dañarla. El restaurador también admitió haber trabajado menos de lo esperado, con una ligera intervención estética.
Como en la primera audiencia, los principales acusados (que nunca mostraron arrepentimiento por sus acciones) no asistieron a la audiencia del 12 de Junio. Solo concurrieron a la segunda audiencia el 24 de Mayo.
A raíz de las acciones vandálicas de grupos como “Ultima Generazione” (que incluyeron verter carbón vegetal diluido en la Fuente de Trevi, pintadas ante el Senado italiano, pegarse ante el cuadro “La primavera” de Boticelli en el Uffizi de Florencia, verter harina a un coche de Andy Warhol en Milán, bloquear el túnel de Montblanc en la frontera con Francia, o un corte vial en toples en una importante intersección vial romana), el gobierno italiano presentó un proyecto de ley contra los «eco-vándalos», que contempla multas administrativas de hasta 60.000 euros (64.763 dólares) por tales actos, sin prejuicio de las sanciones penales a que haya lugar.
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