EMPLEADOS DE RESTAURANTE ENGAÑADOS POR PSEUDO-PRESBÍTERO

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

   

Los despistados fieles conciliares han sido tan engañados durante años por la Pseudoiglesia y sus antipapas apóstatas, que cayeron presa de un falso “presbítero” que escuchó sus “reconciliación” en el trabajo para elicitar los “pecados” contra su empleador.

El impostor aparentemente les farfulló en lengua vernácula y no tenía ninguna idea de cuál es la forma válida latina, aun cuando la mayoría de los empleados eran hispanos y por ende hablaban una forma vernácula del latín.

   

Es triste, aunque sorprendente, que cuando la Taquería Garibaldi en Roseville (California) contrató un falso “presbítero” para escuchar “reconciliaciones” (anteriormente Confesiones) en horas laborales, los engañados conciliares estaban totalmente perplejos. La treta fue revelada el 12 de Junio de 2023 por el Departamento del Trabajo estadounidense. El restaurante quería que los empleados confesaran sus “pecados” contra su empleador. El impostor urgió a los empleados a “contar sus pecados”. Les preguntó si habían robado a su empleador, llegado tarde al trabajo, hecho algo para perjudicar a su empleador, o tenían malas intenciones para con su empleador.

    

Pero estos conciliares no fueron peores que todos los demás, que han sido embaucados desde el Anticoncilio Vaticano II (1962-1965). Primero, la Iglesia Conciliar no ha ordenado sacerdotes desde 1968, cuando por la Constitución “Pontificális Románi recognítio” adoptó un inválido Nuevo Ordinal protestantizado, el cual no hace más que “instalar” presbíteros, que no tienen más poder para perdonar pecados que un ministro protestante.

    

Segundo, el 2 de Diciembre de 1973, la Iglesia Conciliar por el Decreto “Reconciliatiónem inter Deum et hómines” acabó con el Sacramento de la Penitencia (Confesión) y lo remplazó con un no-sacramento de la “Reconciliación”, el cual no tiene más poder para perdonar pecado que el que tiene un servicio penitencial protestante. Finalmente, cualesquiera fueran los “pecados” que estos empleados confesaron a este impostor, no estaban bajo el sigilo de la confesión, porque no hubo Sacramento involucrado [Parte de la información para este Comentario proviene de Catholic News Agency].

    

Católicos tradicionales, los despistados fieles conciliares han sido tan engañados durante años por la Pseudoiglesia y sus antipapas apóstatas que han devenido totalmente ignorantes de qué es un verdadero sacerdote y qué es un Sacramento verdadero, cosas que no han tenido desde la década de 1960. El impostor aparentemente les farfulló en lengua vernácula y no tenía ninguna idea de cuál es la forma válida latina, aun cuando la mayoría de los empleados eran hispanos y por ende hablaban una forma vernácula del latín.