viernes, 17 de septiembre de 2021

SANTA HILDEGARDA DE BINGEN, VIRGEN Y ABADESA

Santa Hildegarda de Bingen
  
Esta santa es una de las mayores figuras femeninas de Occidente. A pesar de poseer una naturaleza tímida y enfermiza, aceptó la misión que le fue dada por Dios y exhortó al Papa, emperadores, reyes y clérigos a convertirse y rechazar las malas costumbres que habían aparecido sobre todo en las esferas religiosas.
   
Sus escritos inspiraron incluso a santos tan influyentes como Bernardo de Claraval (quien le aconsejó escribir las visiones que tenía, respondiendo humildemente a las gracias espirituales que Dios le concedió). También edificó en Monte San Ruperto, cerca de Bingen, un nuevo monasterio para su creciente comunidad de monjas (con agua corriente), mantuvo correspondencia con el Papa, aconsejó no sólo a laicos sino también a sacerdotes, escribió numerosas cartas, compuso himnos y dramas sagrados como Ordo virtútum y Symphonía armoníæ cœléstium revelatiónum, y aún le quedó tiempo para escribir en sus libros Scívias, Liber vitæ meritórum y Liber divinórum óperum lo esencial de sus veintiséis visiones simbólicas que trataban de las relaciones entre Dios y la humanidad. Además viajó mucho a lo largo de Alemania.
    
También tenía un gran conocimiento de plantas y hierbas medicinales y escribió dos libros sobre su naturaleza y su uso (Liber símplicis medicínæ o Phýsica, y Liber compósite medicínæ o Causæ et curæ). Diariamente llegaban a las puertas del convento personas necesitadas y enfermos graves para que Hildegarda los aconsejara o los curara con sus medicinas y sus oraciones. El pueblo veía como una dádiva especial de amor de Dios el consejo personal y el auxilio dispensado por las manos de esta mujer, que también en su propio cuerpo sufría múltiples penas.
  
ORACIÓN
Oh Dios, que adornaste a tu bienaventurada virgen Santa Hildegarda con celestiales dones, concédenos te suplicamos, que siguiendo sus huellas y documentos, merezcamos pasar de las tinieblas del siglo presente a tu luz delectable. Por J. C. N. S. Amén.

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