Elementos tomados de distintas fuentes.
En su encuentro con los 53 jesuitas en la Nunciatura Apostólica en Bratislava (Eslovaquia) el 12 de Septiembre: Francisco Bergoglio (que le gusta hablar más del “discernimiento” que de la comida), consideró conveniente y edificante contar sus cuitas recientes.
A la pregunta: «¿Cómo está?» de uno de ellos, en vez de un simple «Bien, gracias», dijo: «Vivo todavía. Aunque algunos me querrían muerto. Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el cónclave. ¡Paciencia! Gracias a Dios, estoy bien», tal como recogió La Civiltà Cattolica, la revista de los jesuitas italianos.
Pero ese discurso justificador de vendetas (Bergoglio, como Perón, es amante de las venganzas), fue rectificado por el Secretario de Estado vaticano Pietro Parolin Miotti, que dijo nueve días después al bergogliano Il Faro di Roma, luego de la convención del Partido Popular Europeo: «Personalmente no advertí ningún clima de pre-cónclave, es algo de pocos, de alguno que quizá se metió eso en la cabeza». «Probablemente el Papa tiene información que yo no tengo, pero no percibo un clima de esta clase», añadió para “salvar a su patrón” de quedar como un conspiranoico.
Para los conocedores (y quienes por años siguen el acontecer tras la Muralla Leonina) es extraño que Parolin afirme «no tengo información», porque para otras cosas (verbigracia, la China comunista, el encubrimiento de pederastas o el blanqueo de dinero proveniente de mafias y de gobiernos corruptos en el IOR), el Secretario de Estado sabe lo que el Papa (y a veces más que él). Ahí están como muestra Mariano Rampolla del Tíndaro Errante, Agostino Casaroli Pallaroni, Jean Marie Villot Laville, Ángelo Raffaele Sodano Brignolo, Pietro Tarcisio Evasio Bertone Borio SDB y el mismo Pietro Parolin Miotti, que se pueden considerar los “alter ego” de sus respectivos Pontífices.
Una de dos: O Bergoglio está haciéndose la “víctima”, o esa historia la compró él para desprestigiar a sus detractores (aunque ÉL MISMO LLEGÓ AL PODER a través de la “Mafia de San Galo”, que conspiró para oponerse a Ratzinger durante su “pontificado” y sacar del camino al cardenal Ángelo Scola Colombo). En todo caso, Pacho, ese cuento QUE TE LO CREA TU MADRE.
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