martes, 18 de octubre de 2022

EL PROBLEMA YA VENÍA DE ANTES

«La relajación moral de las costumbres, fenómeno que acusa su mayor agudeza después de la gran guerra europea, nos brinda una “mujer moderna”, que aspira a disfrutar de todas las libertades de que ha gozado hasta ayer el hombre… este tipo de mujer ha cometido el error, no solamente moral sino biológico de exigir una equiparación con el hombre en el dominio de su vida sexual. Este tipo femenino que desconoce el pudor, la gracia, el candor, busca imitar al varón en su mímica, en su andar, hasta en el corte de su cabello, que se incorpora sus vicios, como el alcoholismo y el uso del tabaco, esta mujer que busca el aborto, pues le horroriza la maternidad, esta mujer que reniega de los atributos más genuinos de su propio sexo, ha aparecido ya desgraciadamente en el seno de nuestra sociedad, constituyendo una forma mórbida frusta, pero evidente, de intersexualismo femenino, psíquico y moral (…). Siendo el capital humano una de las riquezas más valiosas de una nación, consideramos que ese capital no puede estar librado a la voluntad individual. El interés y el derecho colectivo debe primar en este punto sobre el interés y el derecho personal. (…) El Estado, a quien incumbe no solo vigilar los intereses materiales sino también morales de la nación, realiza una obra saludable al consagrar en su legislación el aborto voluntario como una figura delictuosa».

Dr. JOSÉ LUIS GABRIEL TERRA LEIVAS (Presidente del Uruguay). Mensaje al Poder Legislativo, Junio de 1937. En Diario de sesiones de Cámara de Representantes (1937), tomo 415. Montevideo, Imprenta Nacional.

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