Noticias tomadas de GLORIA NEWS.
La enfermera Sheila Tlou, ex ministra de Salud de Botsuana (2004-2008) y recientemente nombrada miembro de la Pontificia Academia contra la Vida, contribuyó a un documento de la OM$ llamando a todos los países a proveer el aborto de niños.
Según CatholicArena.com (23 de Octubre), Tlou fue parte de un grupo revisor externo de la OM$ en 2019 que publicó directrices sobre lo que ellos llamaron «derechos sexuales y reproductivos». El documento insiste que «los abortos seguros [sic] deben ser accesibles y asequibles para todas las mujeres».
Tlou es la copresidenta de la Campaña Global Nursing Now y la Coalición Global para la Prevención del VIH, y en el pasado ha llamado por la contracepción y el aborto.
En años recientes, ella ha llamado por el «acceso ilimitado a la contracepción» en Twitter.com como una aparente solución a los abortos ilegales e «inseguros».
No es sorpresa que el Vaticano podrido esté tratando amigablemente con ella.
Roberto Dell’Oro, director del inmoral Instituto de Bioética en la Universidad dirigida por los jesuitas Loyola Marymount en Los Ángeles (Estados Unidos), que fue nombrado recientemente miembro de pleno derecho en la Pontificia Academia contra la Vida, ha atacado el rechazo de la ley del aborto en los Estados Unidos.
Hablando en un pánel de discusión cuyo tema fue «Confrontando la sentencia Dobbs: Una conversación sobre la legalidad del aborto» el 12 de Octubre en Loyola Marymount, afirmó que la sentencia «rechaza cualquier espacio de “libertad personal” para las mujeres, incluso en casos de violación o incesto». En cuanto al derecho del niño a la vida, lo esconde bajo la alfombra
Dell’Oro, profesor de Teología Moral en Loyola Marymount y titular de la Cátedra O’Malley de Bioética (que fue quien organizó el evento), hizo propaganda abiertamente el aborto: «Sostengo que la capacidad del feto [= niño] para sentir dolor representa el punto en el cual el derecho legal [!] a decidir debe terminar” (como si el aborto fuera sobre «sentir dolor», no sobre quitarle la vida a alguien sin justa causa).
«Hasta ese momento, la libertad, autonomía y dignidad de las mujeres llama por un derecho legal al aborto», chachareó.
El Vaticano II –al cual los anticatólicos se refieren solo cuando les conviene– llama al aborto un «crimen abominable».
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