jueves, 17 de agosto de 2023

ACTUANDO MAL Y JUSTIFICÁNDOSE PEOR


El presbítero mejicano Israel Gómez Mendoza (foto, izquierda), de 39 años y perteneciente a la diócesis de Ciudad Cuauhtémoc-Madera (estado de Chihuahua) ha protagonizado una polémica en redes sociales al comentar desde su cuenta de Twitter «Eh Shuy, no antogues! (sic)» a un trino donde salía la cantante española Eva María Amaral Lallana​​​ mostrando los senos en un concierto el 14 de Agosto (Por razones de modestia, nos abstenemos de mostrar la imagen).
   
El presbítero, “instalado” el 25 de Marzo de 2011, quien se desempeña como Vicario judicial de su diócesis y se hizo famoso por haber sobrevivido al corona, ante la polémica borró su respuesta al trino en cuestión y atentó presentarse como la víctima diciendo: «La funada de ayer me trajo más de 100 seguidores. Bienvenidos, muchachos. Me verán siendo funado por feministas, tradis, chairos y desde ayer, la policía de la moralidad». Y posteriormente dijo en su misma cuenta: «Yo no le comenté nada a Shuy. Me hackearon».
   

Usuarios en Twitter denunciaron que no es la primera vez que Gómez Mendoza responde en manera sarcástica y grosera en persona y redes sociales a sus detractores. Y todavía hay tartufos diciendo ante casos como este: «Es un sacerdote, y se le debe respeto, igualado», «El que esté libre de pecado…», «El Señor nos habla hoy de corregir en privado [aludiendo a Mat. 18, 15-20, Evangelio del Miércoles XIX del novusordita “Tiempo Ordinario”, Ciclo “A”, año impar, N. del E.]», o el manido «No juzguéis, pues seréis juzgados», defendiendo lo indefendible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.