Este hombre en pijama es Mario Enrico Delpini Caruggi, de 72 años de edad y que se dice “arzobispo” de Milán. La foto fue en el marco del encuentro juvenil ambrosiano organizado por el Servicio para la Juventud y la Universidad en la iglesia de San Juan Bosco en Porto (Portugal) después de la JMJ.
La foto aparece en la cobertura noticiosa del evento por el sitio web de la archidiócesis de Milán, por tanto es real y no una noticia falsa como algunos lo aseguran.
Mario Enrico, tercer hijo de Antonio Delpini y Rosa Caruggi, fue “instalado” presbítero el 7 de Junio de 1975 por el cardenal Giovanni Umberto Colombo Millefanti, y como obispón el 23 de Septiembre de 2007 por el cardenal Dionigi Tettamanzi Ciceri, y promovido a la sede ambrosiana el 7 de Julio de 2017. Él es el superior del presbítero Mattia Bernasconi, que simuló el servicio Novus Ordo en bañador y sobre una colchoneta hinchable en la playa Alfieri de Capo Colonna en 2022. Delpini solo lo reprendió y lo envió nuevamente al curso de liturgia, y nada más.
Alguno habrá que reponga diciendo: «el hombre no ve mas que lo exterior, pero el Señor ve el fondo del corazón» (cf. 1.º Reyes XVI, 7). Pero también está escrito: «Por el semblante es conocido el hombre; y por el aire de la cara se conoce el que es juicioso. La manera de vestir, de reir, y de caminar del hombre, dicen lo que él es» (Eclesiástico XIX, 26-27/Versión de Mons. Félix Torres Amat). Y respecto a este último pasaje, conviene señalar que, en su comentario, Mons. Félix Torres Amat cita a San Ambrosio:
«Dice San Ambrosio que “el rostro es un tácito intérprete del corazón”; y lo mismo sucede con la manera de vestir, de andar, de reír, etc. Es memorable el hecho del mismo santo, que rehusó admitir en el clero a un joven, solo por ver en él un gesto indecente, y a otro por su manera chocante de andar: y el desastrado fin de ambos probó que no se había engañado (De Offíciis ministrórum, lib. 1, c. 18)».
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