jueves, 26 de agosto de 2021

NOVENA EN HONOR A SANTA ROSA DE VITERBO

Tomada del Compendio de la admirable vida de la milagrosa y apostólica virgen Santa Rosa de Viterbo, hija de la venerable Orden Tercera de San Francisco, dispuesto por un religioso de la Observancia franciscana y publicada en Murcia por la imprenta de Juan Vicente Teruel en 1802. El Ilustrísimo Señor D. Victoriano López Gonzalo, Obispo de Cartagena-Murcia, concedió 40 días de Indulgencia por cada día de laNovena
   
ADVERTENCIA
Esta Novena podrá hacerse en los meses de Marzo o Septiembre, de suerte que empieze o acabe el día 6 de Marzo, que fue el de la muerte de la Santa, o el día 4 de Septiembre, que fue el de su translación; cada uno podrá hacerla en el tiempo que le fuere más proporcionado, disponiéndose para empezarla, o concluyéndola con confesión particular o general, según el parecer de un prudente confesor, y Con Comunión Sacramental, procurando como fin principal de ella la reforma de sus costumbres, la imitación de las virtudes de la Santa, y el vencimiento de las pasiones, especialmente de aquella que más domina en su corazón y le impide el aprovechamiénto espiritual en el servicio de Dios. Sobre esto convendrá hacer todos los nueve días muy de corazón frecuentes súplicas a esta poderosísima Abogada para con Dios, poniendo con la divina gracia los medios que juzgare más oportunos, así como debe hacerse para alcanzar por su intercesión el favor especial que se desea, y la virtud que cada día se señala, y corresponde a la que con singular excelencia practicó la misma Santa.
   
NOVENA A SANTA ROSA DE VITERBO VIRGEN, TERCIARIA FRANCISCANA
   
   
Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios, y Hombre verdadero, Criador, Redentor y Salvador mío, mi vida, mi esperanza, mi gloria, y toda mi felicidad, por ser, como sois, infinitamente digno de ser amado sobre todas las cosas con vuestro Eterno Padre, y con el Espíritu Santo, de lo íntimo de mi alma me pesa, y me arrepiento de haberos ofendido con mis muchas y graves culpas, propongo firmemente con vuestra divina gracia nunca más ofenderos, y espero que por vuestra inefable misericordia, y por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, me habéis de perdonar, y he de perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Adorable, y amabilísimo Salvador mío, esplendor de la Gloria del Padre, su Virtud substancial y su Sabiduría infinita y eterna, que confundiendo la soberbia de los grandes, poderosos, y sabios del mundo, escogéis para las obras de vuestra gracia a las criaturas más débiles, ignorantes, y despreciables a los ojos de los hombres; yo os alabo y glorifico por la admirable providencia con que os servisteis de la tierna e inocente Virgen, vuestra sierva Santa Rosa, para la humillación de los tiranos, para la extirpación de los errores, y del cisma, para la exaltación de la Fe Católica, consuelo de vuestra Iglesia, conversión de los pecadores, edificación y aliento de los justos, refugio y protección de los fieles, y crédito de vuestro poder, de vuestra Bondad y de vuestras infalibles promesas. Iluminad, Señor, mi entendimiento, inflamad mi voluntad, y fortaleced mi flaqueza con vuestra gracia, para que imitando los ejemplos de esta vuestra bienaventurada y amable criatura, reforme yo cristianamente mi vida, atraiga a mis prójimos a vuestro santo servicio con mis buenas costumbres, honre mi Religión, promueva la gloria de vuestro santísimo Nombre, y de vuestras inagotables misericordias, y consiga la gracia, que os pido en esta Novena, si es de vuestro agrado, y conviene al bien de mi alma. Amén.
  
DÍA PRIMERO – 26 DE AGOSTO
FE DE SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, que prevenida, fortalecida e ilustrada del admirable don de la Fe, del que tan singularmente te enriqueció el Padre de las luces, ibas al templo desde tu más tierna infancia a adorar al Señor en espíritu y verdad, y a ofrecerle humildemente las primicias de tu ser, te elevabas a la contemplación y amor de sus divinas perfecciones, predicabas libremente las verdades de nuestra Sagrada Religión con abundantes frutos de conversión y de piedad, y en obsequio de ellas deseabas ardientemente derramar tu sangre y sacrificar mil veces tu vida: Ruégote, me alcances de la Majestad Divina una Fe viva, firme y constante, que me desprenda de todas las cosas de la tierra, y me levante al conocimiento y amor de las celestiales, que arregle por sus divinas máximas todas mis costumbres, obras, palabras y pensamientos, que me una inseparablemente con mi Dios, y me afiance de tal suerte en la creencia de la Iglesia Católica, que, en medio de las turbaciones e impiedades que la combaten sin cesar, esté siempre resuelto a confesarla y publicarla a pesar de todos los halagos, contradicciones y tormentos del mundo y del infierno, hasta el último instante de mi vida. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. Ahora levantando el corazón a Dios, con humildad y confianza, pedirá cada uno el beneficio especial que desea por la intercesión de Santa Rosa.
   
ORACIÓN ÚLTIMA PARA TODOS LOS DÍAS
Liberalísimo Señor y magnífico Rey invisible e inmortal de los siglos, que para que nadie tenga de qué presumir ni gloriarse delante de Vos, abatís a los soberbios y ensalzáis a los humildes, seáis eternamente bendito y glorificado por la inefable dignación con que quisisteis engrandecer a vuestra parvulilla sierva Santa Rosa, tener con ella vuestras amorosas delicias, glorificaros en la prodigiosa santidad que con vuestra gracia adquirió en tan cortos años de vida, y serviros de ella como de instrumento de vuestro poder para defensa de vuestra Iglesia y para desengaño y conversión de innumerables almas sepultadas en las tinieblas del error y del pecado; extended Dios mío, por sus méritos los efectos de vuestra bondad a mí, indigno pecador, haciendo que repare con una verdadera y constante penitencia todo el tiempo que inútil y criminalmente he desperdiciado, y emplee el que me resta de vida en guardar vuestros divinos mandamientos, en cumplir con las obligaciones de mi estado, en publicar vuestras misericordias para conmigo, y en hacer en todo vuestra santísima voluntad. Mirad también, Dios y Salvador mío, a vuestra amada Iglesia, conquistada a costa y con el precio de vuestra Sangre, y protegedla, según vuestras promesas, contra los monstruos del pecado, del error y de la impiedad, que en todos tiempos la insultan y se levantan contra ella. Llamad y atraed a todos los hombres al conocimiento de vuestras verdades eternas, a vuestro servicio y amor. Aumentad el fervor y la santidad en los justos, las luces y temor de vuestros juicios en los pecadores, la contrición en los penitentes, en los católicos el amor y respeto a vuestra única y verdadera Religión, y en todos los Príncipes, Prelados, y Superiores el celo de vuestra gloria y de la salud de las almas y de que estén encargados. Derramad especialmente vuestras saludables bendiciones sobre los que en el ejercicio de esta Novena os confiesan admirable en la bendita Santa Rosa, por cuyo medio esperamos conseguir también el favor especial, que os pedimos, si es de vuestro agrado, y conduce al bien de nuestras almas. Amén.
   
GOZOS

Si el Soberano inmortal
Quiere un Jardín de recreo,
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Naciste muy de mañana
A la gracia de tu Dueño,
Porque tomo por empeño.
Que fueses Rosa temprana,
Tan hermosa, y tan galana,
Que eres rara en su Rosal;
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Si tierna a tu Dios ofreces
De tu infancia Tas primicias,
El contigo sus delicias
Tiene amoroso, y con creces;
Y como tú lo mereces,
Él te paga como tal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Si el pan en rosas, piadosa
Convierte tu caridad.
Tu fragancia, y suavidad
Se exhala más olorosa.
!Oh que radiante! !que hermosa
¡Eres, flor angelical!
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
    
Si el Electo entre millares
Se apacienta entre Azucenas,
Tú le agradas por docenas,
Y también por centenares;'
Pues por el la sangre a mares
Derramar quieres leal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
En el amor abrasada
De Jesús Crucificado,
Quieres, al verle injuriado.
Ser por Él, crucificada:
Este, Rosa apasionada,
Fue tu empeño principal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
A la Madre de tu Esposo
Amas, e imitas en todo,
Sin guardar tasa, ni modo,
Que es el modo más precioso;
Muy de su agrado, y gustoso
Fue tu afecto filial.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
En las Órdenes Sagradas
Del humano Serafín
Formas tú sola un jardín
De Rosas disciplinadas,
Blancas, frescas, y encarnadas
A la sombra del Sayal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Singular Predicadora
De la verdad, y la gracia,
Destierras con eficacia.
Como a la noche la aurora,
La mentira seductora,
Y la malicia mortal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
En una terrible hoguera
Entras sin ser ofendida,
Porque quede confundida
La pertinaz hechicera:
Sales triunfante guerrera
Del error heretical.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
En tus tiernos anos quiso
Cogerte Dios, Rosa amada.
Porque fueses trasplantada
Al eterno Paraíso,
Como quien dice: harás viso
En mi misma Capital.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Si te ves favorecida
Del Señor a manos llenas.
Haz que alivie nuestras penas,
Rosa de Jesús querida,
Y que nos libre en la vida
De todo peligro, y mal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Del humano corazón
Eres el dulce atractivo.
El consuelo, y lenitivo
En su mayor aflicción:
¿No te llaman con razón
La Rosa medicinal?
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
La enfermedad, y la muerte,
La desnudez, y pobreza,
Todo peligro, y tristeza
Te obedecen de tal suerte,
Que, al parecer, se divierte
Dios contigo siempre igual.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Por este Santo ejercicio,
A que estamos congregados
Pide a Dios, que a los culpados
se muestre siempre propicio
Sobre todo, en el juicio
De su recto tribunal.
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Es pedirte, en conclusión
Con segura confianza.
Que en la Bienaventuranza
De la triunfante Sion,
Te digamos en canción
Con un gozo cordial:
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
    
Si el Soberano inmortal
Quiere un Jardín de recreo,
Tú le cumples el deseo,
Rosa toda celestial.
   
Antífona (Eclesiástico LI, 34-35): Reciba vuestra alma la instrucción, pues fácil es el encontrarla. Mirad con vuestros ojos lo poco que me he fatigado, y cómo he adquirido mucho descanso.
℣. Ruega por nosotros ¡Oh bienaventurada Rosa!
℞. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo

ORACIÓN
Oh Dios nuestro, que te dignasteis admitir en el coro de las vírgenes a la bienaventurada Rosa, concédenos por sus ruegos y merecimientos, la gracia de expiar todas nuestras culpas, y de gozar eternamente de la compañía de tu Majestad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
   
Sea hecha en todas las cosas, alabada y para siempre ensalzada la justísima, altísima y amabilísima voluntad de Dios. Amén. (El Papa Pío VII, mediante decreto del 2 de Mayo de 1800, concedió 100 días de Indulgencia cada vez que se rece esta jaculatoria. Plenaria una vez al mes confesando, comulgando y orando por las necesidades de la Iglesia todos los días. Plenaria en la hora de la muerte al rezarla frecuentemente en vida).
  
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
DÍA SEGUNDO – 27 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
ESPERANZA DE SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, cuya prodigiosa vida fue toda deseos y ansias ardentísimas de la vista y eterna posesión del Sumo Bien, las cuales fundadas únicamente en las promesas de un Dios Todopoderoso y sumamente fiel, y en la misericordia y méritos infinitos de tu amado Esposo y supremo mediador Jesucristo, te hacían despreciar todos los bienes del mundo, acumular méritos en el corto tiempo de tu vida para asegurar tu eterna bienaventuranza, aspirar incesantemente a la sola felicidad que podía hartar tu enamorado corazón, y abrazar gustosa la pobreza, la desnudez, las persecuciones, los destierros y las mayores tribulaciones por verte algún día unida para siempre a tu Soberano Glorificador; te suplico, me alcances del Señor una viva y firmísima esperanza que destruya en mí toda confianza y presunción propia, que destierre mis tibiezas, que me haga mirar con desprecio todas las cosas de la tierra, que me encienda en grandes deseos de las celestiales, me aliente a la observancia de los divinos mandamientos, me abra en medio de mis pecados el seno de las misericordias de Dios, y me asegure del perdón de todos por los méritos de nuestro Redentor Jesucristo, y en fin, que me fortalezca de tal suerte en los trabajos, tentaciones y miserias de esta vida, que pueda hacer frente a todos los peligros y enemigos de mi alma, y caminar sin desfallecer por las sendas de la justicia hasta llegar a ver al Dios de los Dioses en la Celestial Sion. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA TERCERO – 28 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
SOBRE EL AMOR DE DIOS
Gloriosísima Santa Rosa, que abrasada en incendios de amor de Dios, desde que esta divina caridad te se infundió en el Bautismo por el Espíritu Santo, vivías transformada toda en tu Amado por los afectos de tu enamorado corazón, te abstraías de todo lo visible por la frecuente y fervorosisima contemplación de sus divinas perfecciones, estabas por tus casi continuos raptos y éxtasis embebida en las dulzuras de su inmensa bondad, sentías con intensísimo dolor las ofensas que se le hacían, le ofrecías en satisfacción y desagravio el grato sacrificio de todas tus obras, penitencias y deseos, solicitabas por todos los medios posibles su honor y su servicio, y no te alimentabas sino de esta ardiente caridad, de donde procedían todas tus virtudes y méritos, y a la que no pudieron apagar todas las aguas de las tribulaciones de esta vida; alcánzame del Dios de la Caridad misma un amor semejante al tuyo, que consuma en mí todo el desorden y escoria de mi amor propio, que me infunda un digno aprecio y estimación del Sumo y Eterno Bien, que me una a él con todas las fuerzas y afectos de mi alma, que me haga sentir con dolorosa y amarga contrición las culpas con que le he ofendido, que no me deje pensar sino en lo que puede darle gusto, y que me aliente a emprenderlo y sacrificarlo todo por servirle fielmente en esta vida, y tener la dicha de amarle eternamente en tu compañía en la otra. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA CUARTO – 29 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
DEL AMOR DEL PRÓJIMO QUE TUVO SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, con quien parece nació la misericordia con los pobres, a los que socorrías por cuantos arbitrios te inspiraba tu caridad, hasta quitarte en tu misma infancia el sustento necesario y aun hacer milagros para ocurrir a sus necesidades; alcánzame del Padre Celestial unas entrañas de misericordia con todos los miserables y necesitados, con que evite el juicio sin misericordia que sufrirán los que no la tuvieron con sus prójimos. Con mayores instancias te pido, Abogada mía dulcísima, intercedas con el Señor para que me comunique parte de aquella cristiana compasión de sus necesidades espirituales, y de aquel celo del bien de sus almas, que te hizo dirigir al Cielo tantas humildes suplicas, derramar tantas preciosas lágrimas, exponerte, aun en la edad más tierna, a tantos trabajos, entrarte intrépida en voraces hogueras, y sufrir en tus predicaciones Apostólicas tantas fatigas y mortales desmayos, por su conversión y salvación. Sobre todo, haz, que todo el celo que tienes ahora en el centro de tu gloria, me sirva (como encarecidamente te lo suplico) para que me compadezca de mí mismo, y aplique con la divina gracia todas mis atenciones a remediar las extremas necesidades de mi pobre alma, a sanarla, a santificarla y ponerla en carrera de salvación por medio de los Santos Sacramentos, la fructuosa penitencia de mis culpas, y de la perseverancia en las buenas obras hasta el fin. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA QUINTO – 30 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
DE LA HUMILDAD DE SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, que, aunque tantas veces acusada, insultada, maltratada y perseguida con oprobrios, calumnias y asechanzas de muerte, ya en tus primeros inocentes años por otras niñas y por sus madres furiosas, ya en lo sucesivo por las hechiceras, cismáticos y crueles les enemigos de la verdad y de la virtud; y aunque otras veces celebrada de todo el mundo como otra Judit, y llena de bendiciones, y de aplausos de los Pueblos, de los Príncipes, y de los mismos Sumos Pontífices, jamás saliste del profundo conocimiento de ti misma, ni jamás se vio turbada la paz, la humildad y mansedumbre de tu corazón, ni te atribuiste cosa alguna de cuantas el Señor obró por tu ministerio, sino que todo lo atribuiste a la gracia de Jesucristo, gloriándote solamente en su Cruz, y en las persecuciones y angustias, que con su asistencia padeciste por su amor; yo te suplico intercesora mía, me alcances del mismo Jesucristo, Maestro y ejemplar de todos los humildes, una profunda y verdadera humildad de espíritu y de corazón, que me dé a conocer el fondo de miserias que hay en mí, que me enseñe a despreciarme como es justo en el concepto de mí mismo, que me haga amar y aceptar de buena voluntad los trabajos, desprecios y humillaciones, que merezco por mis culpas y continuas imperfecciones, y que jamás me deje mirar cosa alguna de cuantas puedo hacer con su gracia, sino como propia suya y beneficio digno del eterno reconocimiento y acción de gracias que desde ahora deseo darle en la dichosa Patria de los que aprendieron del mismo Señor a ser mansos y humildes de corazón. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA SEXTO – 31 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
  
DE LA PENITENCIA DE SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, que, aunque, desde que fuiste reengendrada en Jesucristo, jamás conociste la culpa sino para detestarla y aborrecerla, siempre te sacrificaste desde tu más tierna edad a la continua mortificación de tus pasiones y sentidos, y a los rigores de los ayunos, de las vigilias, de los cilicios y otras penitencias sangrientas con que castigabas tu cuerpo para que tu carne, aunque inocente, no llegase a rebelarse contra tu espíritu, para aplacar a Dios por los pecados de tus prójimos, para satisfacerle por las imperfecciones que en ti misma te abultaba, y te hacía temer tu humildad, y especialmente para imitar a tu Esposo Jesucristo y entrar a la parte de sus penas y de sus tormentos, haciendo resplandecer más (sin conocerlo tú) el candor y hermosura de tu inocencia entre tantas espinas de mortificación y austeridad; te pido, oh Penitente portentosa, me alcances del Señor un espíritu de verdadera penitencia, que me haga gemir siempre amargamente por mis muchos pecados, que me anime a sufrir gustosamente todas las mortificaciones que hallare en el cumplimiento de mis obligaciones y en el camino de la virtud, que me obligue a crucificar mi carne con todos sus vicios y concupiscencias, y que me inspire tan eficaces deseos de llevar en mi cuerpo y en todas mis potencias, y sentidos la mortificación de Jesucristo por la imitación de su sagrada Pasión, que merezca ser después participante de sus eternas consolaciones en el Reino de los Cielos. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA SÉPTIMO – 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
DE LA VIRGINIDAD DE SANTA ROSA
Gloriosísima Santa Rosa, que sumamente enamorada de la pureza Virginal consagraste a los tres años de tu edad en los más castos desposorios al Cordero inmaculado, que como Esposo de las Vírgenes, tenía contigo sus especiales y amorosas delicias, y la conservaste siempre intacta con la oración, con la custodia de tus sentidos, con la vigilancia cristiana sobre ti misma y con el rigor de ásperas penitencias, de suerte que parecías formada de pedazos de Cielo, o un Ángel en carne mortal; alcánzame del Autor y Amador mismo de la pureza un amor ardentísimo de esta celestial virtud, y poderosos auxilios de su gracia para que en medio de los continuos peligros del mundo y de la carne de pecado en que vivo, pueda apartarme de todos los riesgos y ocasiones contrarias a la castidad, y defenderme del demonio y de mí mismo con el santo temor de Dios, con una oración fervorosa, con una profunda humildad y con una infatigable mortificación de mi carne y de mis rebeldes pasiones, hasta que por este medio merezca presentar al Señor mi alma pura y casta, y recibir de su misericordia en tu compañía el premio prometido a los limpios de corazón, que tú recibiste, y del que aún está participando tu cuerpo virginal en su admirable incorrupción. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA OCTAVO – 2 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
DE LA DEVOCIÓN DE SANTA ROSA A JESUCRISTO
Gloriosísima Santa Rosa, cuya prodigiosa vida fue toda una continua veneración, obsequio, amor y consagración a Jesucristo, a quien dirigías todas tus meditaciones, todas tus peleas y fatigas, y todos los deseos y sentimientos de tu corazón, y en quien enteramente transformada por la imitación de sus virtudes y de sus tormentos podías decir con el Apóstol que no eras tú ya la que vivías, sino que Jesucristo era quien te animaba y vivía en ti, por lo que tuvo la inefable y amorosa dignación de visitarte visiblemente, unas veces en los oprobrios, e ignominias de su Pasión, y otras en los resplandores de su Gloria, excitando en tu alma diversos y fervorosísimos afectos de compasión y amargura, de gozo y alegría celestial; pide a su Divina Majestad, Santa mía, que en todas mis obras, palabras, pensamientos y ministerios no tenga yo otro objeto que Jesucristo Crucificado, que este Soberano Maestro de todos los Justos sea el solo modelo por el que yo arregle toda mi vida interior y exterior, que me haga participante de su Cáliz y de su Cruz, y que abrase de tal modo mi corazón en las llamas de su santo amor, que esté siempre pronto a imitarle, a servirle, a padecer con Él y por Él, y a hacerme digno temporal y eternamente del fruto de sus infinitos merecimientos. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
 
DÍA NOVENO – 3 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
   
DE LA DEVOCIÓN DE SANTA ROSA A MARÍA SANTÍSIMA
Gloriosísima Santa Rosa, en cuyo inocente y virginal corazón no hubo devoción más pura, más firme ni más entrañable, después de la de Jesucristo, que la de su Madre María Santísima, Reuna de las Vírgenes, cuyo Nombre dulcísimo con el de su Santísimo Hijo Jesús fueron las primeras palabras en que se estrenaron tus labios, y el que frecuentemente con el mismo de Jesús repetías con singular consuelo y saludables sentimientos de tu alma, como nombre de una Madre piadosísima, a quien amabas con toda la ternura y afecto de hija, a quien venerabas con humildes y agradables obsequios como a Madre de tu Dios y Celestial Esposo, a quien servías en todo con la más pronta y gustosa fidelidad como a tu Reina y Señora de todas las criaturas Angélicas y humanas, y en cuyas benignísimas manos ponías todos tus cuidados, todas tus oraciones, todos tus ejercicios y todas tus esperanzas de perseverar hasta el fin en la inocencia y en la justicia, como en las de una amantísima, y poderosísima Protectora, que tuvo la bondad de dejársete ver en toda su belleza y hermosura, de darte amorosos abrazos, de librarte de enfermedades mortales y de todos tus peligros, y aun de vestirte, como Celestial Madrina, el habito de Tercera Franciscana que ella misma te previno de la Fabrica del Cielo; yo te ruego, Rosa devotísima y muy amable, que por tan singulares favores que recibiste de la Princesa de los Cielos y de la tierra, me alcances una devoción a esta clementísima Madre y Señora nuestra, tan digna de su grandeza y de su bondad, y de la santidad y fin de mi profesión cristiana, que me haga amarla siempre con íntimos afectos de mi corazón, servirla fiel y constantemente en cuanto es de su agrado, imitarla en la solicitud con que ella guardó las palabras del Señor, y en las virtudes que practicó en su servicio, confiarla todos sus trabajos, todas mis acciones y todos los cuidados y temores de mi salvación, esperarlo todo de su amorosa y eficacísima intercesión, llamarla en todas mis dudas, tentaciones y peligros, y morir en sus brazos misericordiosos, invocando hasta mi último aliento su deliciosísimo Nombre y el de su Divino Hijo, fuentes de pureza, de gracia, de consuelo y de felicidad eterna. Amén.
   
Rezar un Padre nuestro y Ave María. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.

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