Noticia tomada de LA NACIÓN (Argentina).
La Sala II del Tribunal Oral de Salta condenó al obispo emérito Gustavo Óscar Zanchetta
a cuatro años y medio de cárcel y ordenó su inmediata detención. El
obispo emérito escuchó la sentencia al lado de su abogado defensor y a
pocos metros de sus denunciantes; todos de pie. Fue juzgado por abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido.
Los magistrados María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos integraron el tribunal del que fue el primer juicio en la Argentina a un obispo por abuso. Los fiscales Pablo Rivero y Soledad Filtrin Cuezzo pidieron ayer la pena de cuatro años y seis meses de prisión efectiva y la “inmediata” detención del religioso; es la condena que terminó dictando el tribunal. El defensor oficial, Enzo Giannotti, solicitó la absolución.
El obispo, según indicaron fuentes judiciales a LA NACION, quedará detenido en la Unidad Regional 2, hasta que “haya un cupo en la Unidad Carcelaria 3”,
siempre en la ciudad de Orán. Hasta el momento estaba parando en un
hotel. Los jueces ordenaron que, una vez que la condena quede firme, los
datos de Zanchetta sean “inscriptos en el Banco de Datos Genéticos”.
Ayer, Zanchetta decidió no hacer uso de su derecho a decir las últimas palabras.
Se retiró de la sala ni bien terminó la audiencia y regresó al hotel
donde se aloja en Orán desde que, hace unos diez días, volvió del
Vaticano para estar en el proceso en su contra.
El obispo emérito estuvo siempre acompañado por el abogado canónico Javier Belda Iniesta. Los hechos juzgados en Orán también fueron denunciados ante la Iglesia; en 2016, cinco sacerdotes elevaron una acusación formal por autoritarismo, desmanejos económicos con propiedades eclesiásticas y abusos sexuales que habrían sucedido en el seminario San Juan XXIII.
Zanchetta
fue obispo de Orán entre julio de 2013 y ese mismo mes de 2017. Luego
renunció aduciendo problemas de salud. Fue designado asesor del Papa
Francisco y apartado del cargo en 2019, cuando se hicieron públicas las
denuncias por abuso.
A pesar de que el juicio es histórico, no movilizó a la comunidad de Orán.
Apenas algunos grupos pequeños se mostraron a lo largo del proceso con
carteles y pancartas pidiendo “justicia” para los exseminaristas. El eje
es el apoyo a los miembros de la comunidad religiosa que se animaron a realizar las denuncias
contra el obispo. En los carteles pegados en paredes del tribunal se
leía “justicia para nuestros seminaristas, Zanchetta preso” o “basta de
abuso, cero tolerancia. Los pecados serán perdonados, pero los crímenes
castigados”.
Ayer, horas antes de los alegatos, Marcio Tornina, uno
de los exseminaristas que fue testigo en el juicio, publicó un texto en
su Facebook que impactó en la gente. Entre otras frases dice: “A los
jueces que tienen la napoleónica tarea de dictar una sentencia solo les pido justicia”.
Agradece a la fiscal Filtrin por “siempre haber creído en nosotros”; a
los “curas Martín, Juanjo y Gabriel”; a los denunciantes y testigos “por
la valentía de enfrentar todo”.
“A
los curas que, con su silencio apoyan la complicidad, me dan pena. Ellos
sabrán por qué lo hacen. Pero sepan que hubo jóvenes que confiaron en
ustedes”, agrega, y menciona al actual obispo de Orán, Luis Socozzina
que, “con su inacción hizo también lo propio. Declaró negando conocer
situaciones de abuso y las tildó de incomodidades. Qué fácil usar
palabras más dulces en lugar de condenar, si sabrá la iglesia de eso”.
A Zanchetta le plantea: “Nos fuiste arruinando la vida. Rompiendo sueños y proyectos.
Hoy en día muchos la peleamos día a día, experimentamos el amargo sabor
de la soledad, la incomprensión y el prejuicio. Nada nos viene de
arriba. No somos de familias adineradas, no tenemos padrinos políticos
ni religiosos. Y aquí estamos, pidiendo Justicia”.
Durante el juicio, hubo testigos que hablaron de los pedidos de “masajes” que hacía el obispo, de sus advertencias a quienes no aceptaban sus reclamos y de sus “preferencias” por algunos seminaristas. También se ventilaron los pormenores de las fotos “pornográficas” encontradas en su teléfono celular.
Antecedente
Hace menos de un año, también en Salta, fue condenado el sacerdote Agustín Rosa Torino a 12 años de prisión efectiva por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración agravado por ser ministro de culto reconocido. Los denunciantes eran Yair Gyurkovitz, de 25 años y Valeria Zarza, de 47, y por abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido, en perjuicio de Jonatan Alustiza, de 26.
La sentencia la dictó la Sala IV del Tribunal de Juicio de Salta, presidida por el juez Maximiliano Troyano y también conformada por Norma Vera y Roberto Faustino Lezcano. En ese caso, la Fiscalía había pedido 22 años de cárcel.
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