viernes, 13 de enero de 2023

DEL SIRIANISMO, INTENTO DE NEGACIÓN DE LA REALIDAD

Una corriente sostenida por algunos neoconservadores y sedevacantistas (y que valga anotar, tuvo cierto papel en el Palmar de Troya) afirma que el cardenal Giuseppe Siri Bellavista fue elegido como el Papa Gregorio XVI en el cónclave de 1958 (otras versiones afirman que fue en 1963), pero que habría sido obligado a renunciar por amenazas, y que vivió perseguido por los distintos usurpadores conciliares, nombrando en su lecho de muerte a su sucesor en 1989.
  
Esta teoría, conocida como “Teoría sirianista” o “el Papa de rojo” (decirla sin la preposición “De” llevaría a confusión, toda vez que “Papa Rojo” es el apelativo con que se conocía al prefecto de Propaganda Fide) se cae por varios elementos, a saber:
  
Es norma general que en los cónclaves se tenga mucha precaución con los cardenales jóvenes. Giuseppe Siri era el cardenal más joven de los presentes en el cónclave de 1958, al ser creado por Pío XII en el consistorio de 1953 a los 47 años de edad.
  
El desertor checoslovaco Jan Malina declaró en su libro “La KGB, asesina del Papa Pío XII”, que Siri había colaborado con los comunistas italianos y con el Krémlin, a pesar que Pío XII había cortado toda relación con los soviéticos en 1947. Por tal razón, si hubo amenaza comunista enviada por medio del cardenal Tisserant, fue precisamente de revelar estas relaciones.
  
Por otra parte, Benny Lai en su biografía autorizada “El Papa no electo: Giuseppe Siri, cardenal de la Santa Iglesia Romana”, cuenta que esos contactos en Génova eran mantenidos por medio de su confesor fray Dámaso de Celle Ligure (en el siglo Bernardo María Testa) OFM Cap., y en recompensa por ello, en la gira que hizo a la URSS en 1974, se les permitió a Siri y Fray Dámaso vestir en hábito clerical durante el viaje, reunirse con los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y celebrar en la catedral latina de Moscú.

Pero, ateniéndonos a los hechos, hay que recordar que Siri fue presidente de la Conferencia Episcopal Italiana entre 1959 y 1965, y se mantuvo por varios años como arzobispo de Génova, implementando las reformas del Vaticano II (no obstante haber sido durante el Concilio miembro del conservador Cœtus Internationális Patrum), y mostrando pacífico reconocimiento a los hombres que reconoció como Papas:

Giuseppe Siri y Juan XXIII bis Roncalli en un encuentro con los obispos italianos (izquierda), y con el cardenal Giacomo Lercaro en Castelgandolfo (derecha).
  
Giuseppe Siri saludando a Pablo VI Montini en dos ocasiones.
  
Giuseppe Siri intercambiando el saludo de paz con Giacomo Barabino Parodi en el servicio Novus Ordo en la catedral de San Lorenzo de Génova (año 1974. Contrario a lo que pueda pensarse por los ornamentos romanos, era el servicio novusordiano de instalación de Barabino como obispón auxiliar de Bobbio).
  
Giuseppe Siri homenajeando a Juan Pablo I Luciani tras su elección. Siri habría ganado en el primer día de votación, pero perdió en las jornadas posteriores.
  
Giuseppe Siri (segundo a la izquierda) el día en que se anunció la elección de Juan Pablo II Wojtyła. En este cónclave, Wojtyła fue elegido como candidato de compromiso entre Siri y el liberal Giovanni Benelli Simoni.
  
Otra foto del día de la elección de Wojtyła (Siri es el que está detrás). Los periodistas de la época relatan que Siri estuvo molesto por el resultado del cónclave, hasta el punto que «no recordaba nada del discurso» que había dado Wojtyła media hora antes.
   
Giuseppe Siri y Wojtyła: homenajeándolo tras su elección (izquierda), y en una audiencia (derecha).
  
Giuseppe Siri presidiendo el Novus Ordo en Údine.
  
Saludando a Wojtyła durante la visita a Génova (año 1985). Es evidente que estaba concelebrando, práctica habitual en el Novus Ordo.
   
¿Todo eso sería el comportamiento de un gobernante depuesto y secuestrado? Solo hay dos opciones: o un caso grave del “síndrome de Estocolmo” (identificación del secuestrado con sus captores), o que no hubo tal derrocamiento y secuestro. Siguiendo el sentido común, el último escenario es el correcto.
  
Ahora, la “Teoría sirianista”/“el Papa de rojo” fue el antecedente del “Benepapismo”, en cuanto este postula que la renuncia de Benedicto Ratzinger fue forzada (y por ende inválida), y al cual se agregan elementos a cuál más descabellados, como que el cadáver no era tal, que Ratzinger huyó para preparar el Gran Aviso (mezclándose con el garabandalismo), o que un grupo de cardenales habría elegido secretamente en las montañas de Méjico al sucesor de Benedicto XVI cuya identidad sería revelada al público (en serio, hemos leído algunas publicaciones así en Facebook).
  
POST SCRIPTUM: A Giuseppe Siri (que fue amigo de Marcel Lefebvre) se le atribuye que la FSSPX no tuviera mucha acogida en Italia como sí en otros países.

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