sábado, 4 de diciembre de 2021

EL CURA QUE PROPICIÓ QUE JORGE MARIO SE HICIERA FRANCISCO I

En una ocasión, Bergoglio había contado que su “vocación sacerdotal” nació el sábado 21 de Septiembre de 1955, luego de confesarse con un sacerdote salesiano en la iglesia San Carlos Borromeo y María Auxiliadora. Ese día, un recién graduado Jorge Mario había sido invitado por sus amigos a un parque de Buenos Aires a celebrar la Fiesta de la Primavera, y entre esos amigos estaba María, una chica vecina a su casa que a él le gustaba, pero los dejó plantados (antes de ella estuvo Amalia, a quien le dijo apenas teniendo 12: «Si no me caso con vos, me hago cura»).
  
El entonces seminarista Jorge Mario Bergoglio y sus padres
Mario José Bergoglio Vasallo y Regina María Sívori Gogna (fotografía coloreada)
    
Contrario a lo que pudiera creerse, no fue ese padre salesiano (Carlos B. Duarte Ibarra) el que motivó que Bergoglio decidiera tomar la sotana. Fue otro, llamado Enrico Pozzoli SDB (Sena Lodigiana, 1880 - Buenos Aires, 1961), que fue enviado a la Argentina recién ordenado en 1904 para asistir a los migrantes italianos. Pozzoli fue quien casó a Mario José Bergoglio Vasallo y a Regina María Sívori Gogna en la parroquia de San Carlos Borromeo y María Auxiliadora el 12 de Diciembre de 1935, y bautizó al primogénito de estos, Jorge Mario, en la Navidad del año siguiente.
   
Ítem, el diario italiano Cronache de Lucano refiere que Pozzoli fue quien convenció a Mario José y Regina María que aprobaran que Jorge Mario se fuese al seminario. Bergoglio contó esto al periodista italiano Ferrucio Pallavera, que estaba preparando la biografía del padre Pozzoli (que sería titulada Ho fatto cristiano al Papa, y para la cual la historia de Bergoglio sirvió de prólogo) El padre se entusiasmó, pero la madre mostró reservas:
«Sabía que [Mario José] me entendería más que mi madre. De hecho, se entusiasmó de inmediato. Mi madre no tuvo la misma reacción. Me respondió que tendría que pensar mucho antes de tomar esa decisión, que sería mejor para mí terminar la universidad y graduarme».
Pasaron dos años entre la plática entre los padres de Jorge Mario y el padre Pozzoli en la confitería “La Perla de Flores” (donde ocurrió esa plática el 12 de Diciembre de 1955, como Bergoglio indicó en una carta de 1990 al padre Cayetano Bruno SDB) y la entrada al seminario jesuita. Entre tanto, Bergoglio había entrado al Seminario archidiocesano en Villa Devoto en 1956, sufre una infección que obligó a que le extirparan parte del pulmón derecho.
«Era Agosto de 1957. Comencé a sentir molestias en el pulmón derecho. El dolor no cesaba. Mi salud se arruinó, me llevaron urgentemente al hospital, estaba muy débil, al punto que no me tenía en pie, y me cargaron sobre una camilla. 
   
El padre Pozzoli compartió mi decisión, y no propuso entrar en los Salesianos en lugar de en la Compañía de Jesús. Siempre respetó mi elección, no era el tipo de sacerdote que hace prosélitos. Preguntó y me dijo que los jesuitas me recibirían en su seminario en Marzo. Estábamos en Noviembre. Añadió que no me convenía quedarme en casa esos cuatro meses. También necesitaba recuperarme físicamente, porque la operación a la que me habían sometido era muy pesada. Luego se dirigió a su superior directo, el salesiano provincial de Buenos Aires, a quien le explicó mi situación». 
Aquí una foto del joven Bergoglio sirviendo de monaguillo al padre Pozzoli en 1953 (no es montaje, es una fotografía de época colorizada por IA; y en misas feriales bastaba un traje decente para ayudar).
  
    
La foto era de la Misa que él pretende acabar, aquella que (con todo), era en su dicho: la única forma de la Lex Orándi (ni tanto, porque –para no hablar de los ritos orientales– también existía el rito cartujo, el dominico, el ambrosiano y el toledano, entre otros ritos y usos litúrgicos de Occidente). 
   
De modo y manera que la “vocación sacerdotal” de Jorge Mario Bergoglio fue culpa del salesiano Enrico Pozzoli SJ. QUE DIOS LO PERDONE, PORQUE NO SUPO LO QUE HACÍA.

2 comentarios:

  1. La vocación sacerdotal es una llamada de Dios y una respuesta de la persona llamada.El Padre salesiano (esa Congregación. Religiosa tiene no el nombre de su fundador sino el de su patrono San Francisco de Sales) como mucho fue un instrumento del Espíritu Santo.

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    1. La vocación (sea al sacerdocio, a la religión o al matrimonio) es un llamado, y a quien Dios llama a un estado, le concede la gracia suficiente y eficaz para seguirla y perseverar en ella. En uno y otro caso, por el libre arbitrio el hombre puede seguir la divina inspiración o no (y casos hay que se obstina aun cuando el director espiritual le dice que determinado estado no le conviene para su salvación). Y en el caso de Bergoglio, su prontitud para la apostasía hace inferir que no tuvo vocación. La culpa de Pozzoli está en no haber sido un buen director espiritual en ese aspecto.

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