jueves, 9 de diciembre de 2021

IMPOSICIÓN DE HÁBITO EN LAS OBLATAS DEL SANTO ROSARIO

El 8 de Diciembre de 2021, el Padre Fernando Altamira ofreció el Santo Sacrificio de la Misa en honor de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen Santa María en la capilla San Pío X de la ciudad de Santa Fe de Bogotá (Colombia), en la cual bendijo e impuso el hábito y la cruz a las Oblatas del Santo Rosario (dos hermanas profesas y una novicia).
   
   
El P. Altamira dio el siguiente sermón, destacando las virtudes y la misión que las Oblatas del Santo Rosario ejercerán por la Fe Católica tradicional:
“TODO EN MARÍA Y POR MARÍA”
   
Queridos hijos:
    
Hoy, siempre lo decimos, es para el Catolicismo una de las Fiestas litúrgicas más hermosas del año: LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA. Una fiesta llena de luz, llena de pureza, llena de blancura, de todo lo limpio y hermoso que la Santísima Trinidad, que Dios Nuestro Señor Jesucristo, hizo aquí en la tierra: Su Madre, María; la cual por singular privilegio, puesto que iba a ser la MADRE DE DIOS, fue concebida sin pecado original, sin mancha de ningún pecado ni defecto, y con plenitud de gracia; María Santísima fue desde “su limpia concepción” la criatura más santa que existió y que siempre existirá: Después de Dios, María Santísima. El Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en su BULA “INEFFABILIS DEUS”, proclamó para todos los fieles católicos, y para el universo mundo, este hecho y Verdad o Dogma revelado por Dios.
  
Y es una Fiesta que abarca todo el Catolicismo, porque en Ella, en María Santísima, está todo el Catolicismo; relacionaremos esto con las palabras finales.
    
Por otro lado, hoy es el día que hemos escogido para que nuestras “HERMANAS OBLATAS DEL SANTO ROSARIO” tomen su hábito; el día escogido para que ya dejen de usar su ropaje “civil”, y vistan EL HÁBITO, sobre el cual podemos decir: El día para que vistan su uniforme, “el uniforme de la milicia de Dios”. Después de la prédica recibirán la bendición del HÁBITO y luego la bendición de su estandarte: LA SANTA CRUZ.
    
Por ello, además de felicitarlas de antemano, queríamos hablar de “EL ESPÍRITU” de esta Comunidad; para que ustedes, los fieles, conozcan de ellas.
   
Y hacer todo esto en nombre y honor de la Inmaculada Concepción, “todo en María y por María”, pues ellas están dedicadas y bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Santo Rosario, y así es la Virgen de Chiquinquirá, la Patrona de Colombia.
   
Así dicho, en honor de la Inmaculada Concepción, entremos a tratar de desarrollarles un poco “EL ESPÍRITU” de nuestras Hermanas.
  
[1] Sin duda, la meta es Dios, la Santísima Trinidad y su Santa Religión Católica: A LA MAYOR GLORIA DE DIOS.
 
Y alcanzar en Dios y por Dios la santificación personal, y –quiera Él– la santidad; tomando y realizando nuestra meta y nuestra vida en María y por María (“el camino más fácil y el camino más corto y más seguro”), siguiendo las enseñanzas de San Luis María Grignion de Monfort, y absolutamente unidas a “El Santo Rosario”: Nuestras Hermanas rezan las tres coronas del Santo Rosario cada día. Esto entre otras tantas oraciones diarias, pues hemos querido que seaun punto fuerte la vida de oración, ya que hemos escogido para ellas EL RÉGIMEN DE SEMI-CLAUSURA.
    
Volviendo a lo inicial, nuestro intento, nuestro fin, será intentar ser buenos hijos de Dios, que es lo mismo que decir: intentar ser buenos católicos.
   
[2] Una de las cosas que hemos establecido es que: Hemos de hacer un particular hincapié e insistencia en la persona de Dios Nuestro Señor Jesucristo. 
   
Por lo que Él es, porque Él es Dios, y por éstos que parecen los finales de la Historia, en consideración a las profecías que tenemos en la Sagrada Escritura, y para HACER UNA OPOSICIÓN TOTAL a lo que será un blanco necesario en la, tal vez ya próxima, conformación y explicitación del Nuevo Orden Mundial, y del posterior Gobierno Mundial del Anticristo, pues ellos, para lograr sus planes, y para su “Religión Mundial de la Humanidad” (o Religión de la ONU, o Religión del hombre, o Religión del Concilio Vaticano II, etc), deberán intentar, necesariamente, destruir la Verdad de que Cristo es Dios; de lo contrario, no pueden y 
no podrán llevar adelante sus planes. En oposición a lo anterior, por nuestra parte, y en el mencionado intento de ser buenos católicos, vale la pena dejar sentado que ello incluye, y sólo por la fuerza y ayuda de Dios, sólo por la fuerza y ayuda de su gracia santificante, el estar dispuestos a dar la vida si es necesario, para defender el hecho y la Verdad de que Cristo es Dios.
   
[3] LA FE. En estos finales de la Historia, en esta “Consumación del Siglo: in consummatióne sǽculi”, y en realidad en toda la vida del católico, el punto de partida es y debe ser la Fe, adherir con nuestra inteligencia a todas las verdades que Dios nos ha revelado y transmitido, por la autoridad de Dios revelante; adherir al Dogma Católico, el “Depósitum Fídei” (Revelación Escrita o Sagrada Escritura, y Revelación Oral o Tradición); el Depósitum Fídei o Revelación tal como la Santa Iglesia Católica –obra y creación de Dios– nos lo ha transmitido; y con toda la verdadera Doctrina Católica enseñada por el Magisterio de los Papas, de los teólogos, de los doctores de la Iglesia, de los santos, etc.
   
Por eso, desde un comienzo rechazamos, y debemos rechazar, toda esta falsa Iglesia Moderna, creada con y a partir del Concilio Vaticano II, su falsa “misa” moderna, sus “sacramentos” modernos, el “sacerdocio” moderno, el “obispado” moderno (el punto de ser ritos no católicos, y todos los temas y aspectos de invalidez que envuelven estas cosas mencionadas), las oraciones “modernas”, la “liturgia de las horas”, falsas adoraciones al “Santísimo” de la misa moderna, apariciones y mensajes no aprobados por la Iglesia Católica, Sor Faustina versus Sagrado Corazón de Jesús, los cientos de “rosarios” extraños y modernos frente al único Rosario Católico dado por la Virgen a Santo Domingo, el movimiento carismático o pentecostalismo, y toda otra enseñanza de la mencionada Iglesia Moderna del Concilio Vaticano II, de Benedicto y de Francisco.
    
La oposición a todo lo anterior es por LA FE, es por LA FE CATÓLICA, porque se debe mantener la Fe o el Dogma Católico, porque se debe mantener nuestra Santa Religión Católica como siempre fue, con toda su pureza, como la Inmaculada Concepción; porque sin LA FE es imposible agradar a Dios.
     
Quiera Dios que al final de nuestras vidas podamos hacer propias esas hermosísimas y proféticas palabras de San Pablo, en su Segunda Carta a Timoteo (cap. 4), que se usa para la Santa Misa del común de los Doctores, y tantas veces escuchamos durante el año:
Bonum certámen certávi: He luchado el buen combate. Cursum consummávi: He concluido la carrera. FIDEM servávi: He guardado LA FE”: HE GUARDADO LA FE.
Sí, ojalá que al final de nuestras vidas, y en medio de toda esta hecatombe y desorden mundial post Vaticano II, podamos decir: HE GUARDADO LA FE.
   
[4] Veamos ahora LA CARIDAD: la más importante de todas las virtudes.
     
Si bien el punto de partida necesario y obligatorio es, y debe ser, la Fe (v.gr. el Concilio de Trento nos enseña que el principio de nuestra justificación o salvación es la Fe), luego debemos pasar a la Caridad, a las obras de la Fe. Y si bien la Caridad es el Amor a Dios, también podemos definirla como “las obras de la Fe”. Y la Caridad se apoya en la Fe, está apoyada en la Fe, en las Verdades de Dios; la Caridad está apoyada y debe estar en la Verdad; de lo contrario es una falsa caridad, como hace la Iglesia Moderna. “La primera Caridad es la Verdad”, y la Fe es la suma Verdad.
    
La Fe son las Verdades dadas por Dios, los Dogmas, lo que Él nos ha dado por su Revelación. Y la Caridad son las obras de esa Fe.
   
CARIDAD: Su sentido primero es amor a Dios. Su sentido segundo, o derivado, es amor al prójimo, por amor a Dios. Nuestras Hermanas se deben caracterizar por la Caridad entre ellas, ad intra. Y se deben caracterizar por un trato suave y bondadoso hacia el prójimo, ad extra, sin dureza, sin falta de caridad, sin asperezas, sino con toda la afabilidad que se debe hacia todo prójimo “por amor a Dios”, y para llevarlo a Dios, para llevarlo a la Salvación.
    
Y la Caridad es la santidad. La santidad es la máxima Caridad.
   
[5] Pero si bien el amor a Dios y la santidad es Caridad, EL MEDIO para alcanzar dicha santidad es a través de: La Perfecta Conformidad con la Voluntad de Dios, que también podemos llamar: Abnegación, renuncia de sí mismo; porque así alcanzaremos y le demostraremos amor a Dios.
   
Y éste es y debe ser otro punto importantísimo en la vida de nuestras Hermanas, y también en “nuestras” vidas. Mas es un punto dificilísimo, pues es la santidad; dificilísimo porque a causa del pecado original y de nuestras malas tendencias, el gran problema del ser humano es el pecado actual, que es lo mismo que decir “LA VOLUNTAD PROPIA”; el pecado es voluntad propia, la voluntad propia versus la Voluntad de Dios.
   
[6] Oración y Sacrificio.
-ORACIÓN. La unión con Dios se da, como instrumento habitual, a través de la oración, de la oración profunda y verdadera; teniendo cuidado de no caer en la pura exterioridad, en el pietismo, que es superficialidad y no sustancia, que es mueca y no interioridad. Y la base del apostolado es la oración.
   
Ellas deben, nosotros debemos, intentar ser almas interiores, almas profundas, almas de oración, de verdadera oración, lo cual está dentro de nosotros. Por regla, para ser verdaderos “orantes” no hay que estar en la exterioridad, en las manifestaciones exteriores, andar haciendo exterioridad o signos especiales, sino que –por regla– la verdadera oración y piedad es lo discreto, es el silencio, es lo interior, lo que no se ve ni se muestra. Cuidado con ser pietistas y exteriores; piadosos sí, pietistas no. Debemos hacer verdadera oración, y ésta es interior. Lo externo es importante, pero ello está en función de lo interno, que es lo más importante. El rezar tiene que ser algo verdadero, interior, profundo. El rezar no puede ser algo artificial, ni artificioso.
-SACRIFICIO. Otro punto es saber que nuestra unión con Dios es “unión con un Dios crucificado”, y nosotros seremos –de grado o por fuerza– otros crucificados. “Al Cielo se va con la Cruz; y al Infierno se va también con la Cruz”, depende de cómo la llevamos.
   
De allí, que una parte esencial de la vida del verdadero católico, y de nuestras Hermanas (y por tantos motivos) es la Cruz, el sacrificio; y por eso el hacer sacrificios. Y nuestras Hermanas tienen, y tendrán, un régimen de sacrificios que deben hacer.
   
Un punto importantísimo: Debido a la Cruz, el centro y corazón de nuestra Santa Religión Católica es La Santa Misa. Porque la Santa Misa es el mismo Sacrificio de la Cruz, renovado incruentamente. La Santa Misa es el centro de nuestra Santa Religión Católica, es el centro de nuestro culto, de nuestra práctica religiosa, y por ello debe ser, y será para nuestras Hermanas, el centro de sus corazones, de sus devociones y oraciones. La Santa Misa es nuestra máxima oración y devoción, la mayor y mejor y más importante oración de toda nuestra Religión Católica, y deberá ser el centro de nuestro amor y deseo. La Santa Misa, ella es lo mismo que la Cruz.
 
En este orden, en relación al Sacrificio y a la Cruz, un libro de cabecera de nuestras Hermanas, y de nosotros, debe ser la, importantísima y hermosísima y breve, obra de San Luis María Grignion de Monfort: “Carta a los Amigos de la Cruz”; estoy comprometido a que ellas no sólo la lean sino que la hagan vida.
    
[7] LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, LA MADRE DE DIOS.
No hay verdadero Catolicismo sin devoción a María Santísima. No tiene a Dios por Padre, quien no tiene a María por Madre.
    
Nuestra guía, para “seguir a” y para ser verdaderos hijos de María, será el Magistero y la enseñanza de los santos, en especial San Luis María Grignion de Monfort, y dentro de sus obras “La Verdadera Devoción a María Santísima” y su escrito sobre el Santo Rosario, pues, como decíamos, en la espiritualidad de nuestras Hermanas está el rezar las tres coronas del Rosario por día.
[8] EL APOSTOLADO.
Si bien nuestras Hermanas tienen un RÉGIMEN DE SEMI-CLAUSURA (ut supra), ellas tendrán un cierto apostolado, buscando la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas; todo entrelazado con la ayuda a los padres; pues ellas ya son y serán –así lo esperamos de Dios– una gran ayuda para nosotros, pues estamos desbordados y sobrepasados por el apostolado de hoy.
   
Entre tantos puntos de apostolado, algunos de los principales que tienen y deberán tener nuestras Hermanas:
1) FE Y CARIDAD. DEFENSA DE NUESTRA FE CATÓLICA: el saber mostrar la oposición total que tiene el Concilio Vaticano II y toda su creación de esa falsa Religión Moderna, con lo que es la verdadera Religión Católica, con el Catolicismo. Y junto a ello, el salto a LA CARIDAD; la Caridad debe ser “las obras de la Fe”, el amor a Dios y al prójimo, la santificación de las familias y personal.
2) LA SANTA MISA. Amar la Santa Misa y saber explicar a los fieles qué es “El Santo Sacrificio de la Misa” de la Iglesia Católica. Y frente a ello, mostrar lo opuesto que es la falsa “misa” moderna.
3) SAGRADA ESCRITURA. Nuestra Biblia es la versión comentada de Mons. Juan Straubinger. Hacer apostolado para que la gente lea y conozca más la Sagrada Escritura, amor máximo a la Sagrada Escritura; y un apostolado especial con las Profecías en todo lo que se refiere a la Parusía, a los hechos finales, a los hechos del Triunfo, de los cuales parece seremos testigos.
4) VOCACIONES. Apostolado y oración por las vocaciones. Es un punto fundamental, pues si no hay obreros para la mies… Jóvenes: necesitamos sacerdotes, soldados. Necesitaremos otras monjitas.
5) LA FAMILIA NUMEROSA. La Familia Católica, el Matrimonio Católico, empujar a que haya matrimonios santos: La Santidad Matrimonial. Y empujar al máximo hacia la Familia Numerosa, y bien numerosa (“hay que saldar la deuda colombiana”, el único país del mundo con 30 años de Tradición Católica y sin Familias Numerosas). Y todos los otros puntos de la Familia Católica: Santidad, noviazgos santos, virginidad hasta el Matrimonio, modas decentes en las adolescentes y jovencitas al vestir (perdón: “sin andar mostrando”); guerra contra el desorden de las pasiones, contra la unión 
libre, guerra sin cuartel contra la anticoncepción-planificación y contra el horripilante aborto, contra la homosexualidad entre hombres y entre mujeres, contra la perversión de niños-adolescentes-jóvenes con la hipócrita educación sexual; que los varoncitos sean “bien varones” y las niñas-jovencitas “bien-bien femeninas”; y un gran etcétera.
6) EL SANTO ROSARIO. El apostolado del Santo Rosario (Nuestra Señora del Rosario es su Patrona); y ello enfocado a que todo católico rece al menos 1 Rosario por día, LO CUAL SIGNIFICA LA SALVACIÓN ETERNA; pero haciendo un especial hincapié en las familias, para que todas las familias recen su Rosario diario y todos juntos se vayan al Cielo. 
7) LA VIRGEN MARÍA. De la mano de lo anterior, y AL MISMO TIEMPO QUE LO ANTERIOR: El apostolado hacia la Santísima Virgen María, la Madre de Dios. Empujar a los fieles a la “Verdadera Devoción”.
8) ESPAÑA. Saber, y transmitir, un magno amor y defensa de España, nuestra amada Madre Patria, la campeona del Catolicismo (como lo fue en el Siglo XVI), la única que fue capaz de crear nuevamente una Cristiandad, “La Cristiandad Española” aquí en América, cuando cayó Europa, cuando cayó la Cristiandad Europea. Defender a España, basados en la verdadera Historia, contra las calumnias –ridículas muchas de ellas–, defenderla contra “La leyenda negra”, etc.
9) Otros apostolados: NUESTRA LIBRERÍA (felicitaciones a ellas por ese trabajo); las Benditas Almas del Purgatorio; apostolado con los pobres; etc.
 
Y María Santísima, LA INMACULADA CONCEPCIÓN, tiene todas estas cosas, porque en María está todo el Catolicismo, Ella tiene todas estas cosas y mucho más; porque María es un océano inabarcable. Y por ello le pedimos ayuda a la Inmaculada Concepción para nuestras “Hermanas Oblatas del Santo Rosario”. Porque la Inmaculada Concepción tiene todo, tiene la máxima Fe y la máxima Caridad, y de allí sale todo, y allí se resume todo. “Inmaculada Concepción: Dad todo a nuestras Hermanas”. AVE MARÍA PURÍSIMA.
ACTUALIZACIÓN (10 de Diciembre de 2021): Algunas fotografías durante y después de la ceremonia.
   

DEO GRÁTIAS.

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