Traducción de la noticia tomada de RELIGION NEWS SERVICE.
ESPUMA EN EL SANTUARIO: CERVECERÍAS ARTESANALES PUEBLAN IGLESIAS VACÍAS EN ESTADOS UNIDOS
(RNS) — Bruce Lindsay nunca esperó ser propietario de una iglesia. Pero cuando su madre murió poco antes de la pandemia, quiso usar su herencia para hacer algo extraordinario.
«Mi madre, si estuviera viva hoy, creo que se reiría mucho con lo que compré. Me encontré rodeado por una iglesia cuando era el último lugar en la tierra al que quería ir de niño», dijo Lindsay.
En Agosto, después de comprar una iglesia metodista de 900 pies cuadrados (83,6127 metros cuadrados) construida en 1876, Lindsay y su socia, Anna Cronin, abrieron Dirt
Church Brewing Co. en East Haven, Vermont. Es una de al menos ocho cervecerías en iglesias que han abierto en los Estados Unidos desde 2020.
El nombre “iglesia sucia” es tanto un apunte al edificio del siglo XIX como también una jerga usada en la comunidad ciclística a la que Lindsay y
Cronin pertenecen. «Es uno de nuestros nombres internos para el largo paseo dominical que usualmente se hace en bicicletas de montaña o bicicletas de grava. En lugar de ir a una “iglesia-iglesia”, decimos: “Hey, ¿vas a la iglesia sucia?”», dijo Cronin.
Hoy, la cervecería alberga la “iglesia sucia” para sus patrocinadores una vez al mes vía paseos dominicales en bicicleta, carreras o trotadas, seguida por unas pocas cervezas de celebración en el bar, por supuesto.
Al otro lado del país en San Diego, la compañía cervecera The Lost Abbey abrió una nueva locación en Diciembre en el corazón de una iglesia presbiteriana mexicana construida en 1906. La cervecería añadió bancos, candelabros, tapicería e incluso vidrieras para acentuar su estilo ligeramente irreverente.
«Este edificio cayó en un gran deterioro y probablemente habría sido demolido si no fuera por los desarrolladores que la salvaron», dijo
Tomme Arthur, cofundador de The Lost Abbey. Esta es la primera locación de la cervecería en una antigua casa de culto.
The Lost Abbey fue fundada en 2006 para ofrecer cervezas inspiradas por las tradiciones cerveceras monásticas belgas, como también algunas cervezas “no denominacionales” preparadas en un estilo nada particular. Para el eslógan de la compañía, ofrecen cervezas a “pecadores y santos por igual”, un lema que es abrazado fervientemente.
La nueva locación, apropiadamente llamada “La Iglesia”, está dividida en dos lados, uno para pecadores y otro para santos. Las secciones están marcadas por su respectiva decoración. Una estatua de San Pedro preside el área de los santos, y María Magdalena (quien frecuentemente es malidentificada como una prostituta) ocupa el lado de los pecadores.
Las cervezas de The Lost Abbey juegan papeles similares, con nombres “santos”
como “10 Mandamientos” o “Regalos de los Magos” yuxtapuestos con nombres como “Día del Juicio” o “Astucia de Serpiente”. La siguiente adición será una cerveza que presenta al Bebé Moisés, un guiño al personaje popular “mandaloriano” Bebé Yoda.
«Siempre tomamos nuestras cervezas más en serio que otras cosas. Qué grande es que cada vez que necesitamos algo de inspiración, fuéramos capaces de abrir la Biblia», dijo Arthur, que creció asistiendo a una escuela católica.
El Ministry of Brewing, localizada en la otrora Iglesia Católica de San Miguel Arcángel en Baltimore, se anotó evitar los temas religiosos en su mercadeo.
«Todos los nombres de nuestras cervezas son típicamente referencias a Baltimor o algo del vecindario. En lo que concierne a los términos religiosos, imaginería y cosas como esa, ya sabemos que estar en una iglesia es algo sensible para mucha personas, así que tratamos de no tocarlo en absoluto», dijo Jon Holley, gerente general de la cervecería.
El Ministry of Brewing está albergado en la otrora Iglesia Católica de San Miguel Arcángel en Baltimore (Cortesía del Ministry of Brewing).
La iglesia fue construida en 1857 y fue hogar de una congregación de católicos alemanes, y posteriormente, de una congregación hispanohablante antes de cerrar por el costo de manutención. En 2018, el Ministry of Brewing comenzó una renovación total para preservar y restaurar muchos de los elementos originales del edificio, que está en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
La iglesia rabrió al público como una cervecería en Enero de 2020,
presentando un asombroso interior con elevadas columnas y una bóveda de cañón con pintura mural. La cervecería acoge también eventos, colectas e incluso debates para delegados locales.
Aunque Holley dijo que “medio esperaba” rechazo por residir en una iglesia histórica, la cervecería ha recibido un apoyo abrumador. Muy a menudo, dice, los patrocinadores pueden ser hallados disfrutando la cerveza más vendida del local, una
hazy pale ale llamada “Wispy”, en referencia a los vitrales tenues.
Como las otras dos cervecerías, la Dirt Church Brewing Co. en Vermont es intencional en los nombres de sus cervezas. ¿Su cerveza insignia? Se llama “Rejoice,” por Joyce, la madre de Lindsay.
«Es nuestra cerveza más popular. Sin la ayuda de mi madre, nada de esto existiera hoy, dijo Lindsay».
En Europa en Holanda se reconvierte sus iglesias, que son ahora
ResponderEliminarLibrerías, discotecas, apartamentos, cervecerías, museos y hasta pistas de patinaje. Numerosas iglesias de Holanda se han transformado para ofrecer una utilidad diferente en su interior.
Una coalición de departamentos gubernamentales, culturales y diferentes tipos de asociaciones (tanto religiosas como civiles) creó hace unos años en Holanda el programa denominado Herencia Religiosa, que está culminando en estos meses. El desvanecimiento de los valores religiosos tradicionales y la secularización de la población han provocado problemas financieros a las congregaciones protestantes y a las parroquias católicas para costear el mantenimiento de los aproximadamente 6.500 edificios que las iglesias cristianas poseían hace pocos años. Según el proyecto El futuro de la Herencia Religiosa, en los en los próximos años se espera que cierren unas 2.000 iglesias y unos 120 monasterios en Holanda. Fue en 2008 cuando se puso en marcha este programa, lo que ha permitido que se hayan desarrollado cientos de eventos culturales y turísticos alrededor de la herencia religiosa. Ese año se publicaron multitud de libros y guías y se aprobaron nuevas políticas, gracias al consenso sobre cómo transformar los edificios ya abandonados. En general, ha sido mucho más complicado vender los edificios católicos que los protestantes, ya que mientras para los primeros son lugares sagrados y consagrados (debe ser el obispo quien decida si el edificio puede venderse, reutilizarse o demolerse), para los segundos el edificio es algo más funcional: un lugar de encuentro, para la reflexión o para predicar... aunque sin connotaciones religiosas. En definitiva, se trata de proteger el patrimonio en desuso dándole una nueva vida.