A las 17:30h de ayer 6 de Julio de 2022, falleció en la residencia “El Pedregal” de Mazarrón (Murcia, España) el sacerdote-presbítero neoconservador Alfonso Gálvez Morillas a los 90 años y treinta y dos días de edad, luego de una larga enfermedad.
El padre Gálvez, como era conocido, nació en la ciudad de Totana, a 48 kilómetros de Murcia, el 4 de Junio de 1932. Tras los estudios básicos, ingresó a la Universidad de Murcia en 1949 para estudiar Derecho, pero al año siguiente ingresó al seminario diocesano de San Fulgencio, y por permiso particular del obispo de la época, pudo cursar simultáneamente, licenciándose en Derecho en 1956 y recibiendo las Órdenes Sagradas de manos de Mons. Ramón Sanahuja y Marcé, Obispo de Cartagena-Murcia, quien lo nombró coadjutor de la parroquia de San Andrés. Tres años más tarde, fue enviado a misiones, primero en Cuenca (Ecuador) y luego en Barquisimeto (Venezuela), para después regresar a Murcia en 1964. Fundó la Sociedad de Jesucristo Sacerdote, que fue aprobada el 29 de Julio de 1980 como Pía Unión, y seis años después, con la entrada en vigencia del código juscanónico wotjyliano, pasó a ser Asociación de Fieles el 27 de Noviembre de 1986, con presencia en España, Estados Unidos, Ecuador y Chile.
Algo que hay que señalar es que si bien el padre Gálvez en sus homilías y artículos, publicados en su página web, su canal de YouTube y en la página Adelante la Fe, denunciaba lo que consideraba “una mala aplicación” del Vaticano II, seguía reconociéndolo como concilio legítimo, e insistía en mantener la “comunión visible” con Francisco Bergoglio, siendo su grito de guerra que «un católico no puede ser sedevacantista», empleando argumentos tan deleznables como equiparar el sedevacantismo (cuya mención hacía él en forma despectiva) con los herejes protestantes. En una palabra, Gálvez vivió y murió como apóstata al seguir la Apostasía entronizada con el Vaticano II y sus falsos papas, su liturgia inválida y sus cánones nulos, a pesar de él haber conocido la Doctrina Católica durante su formación sacerdotal.
Bueno, uno menos en seguir confundiendo y en hacer dañinuras, en realidad fue un sacerdote verdadero ya que fue ordenado antes de los 70 y con el rito católico, pero apóstata por abrazar las enseñanzas del vaticano segundo y a los impostores que reclamaron el papado después de la muerte de Pío XII. A fuego lento con Wojtina y escriva de Balaguer
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