GNOSIS Y MORMONES, O ANTISEDEVACANTISMO MORÓN (CONTRA SAMMONS Y MARSHALL)

Eric Sammons, director de CRISIS MAGAZINE, publicó ayer 12 de Julio una columna titulada “Los peligros espirituales del sedevacantismo”, donde, insultando la inteligencia ajena, básicamente equipara al sedevacantismo con el gnosticismo. Posteriormente ese mismo día, en su cuenta de Twitter, lo parangonó a la secta mormona:

«Un ex-mormón me envió por correo electrónico una vista perceptiva:

  

Los sedevacantistas pueden ser como los mormones. Ellos creen que hubo una Gran Apostasía (1958/2013 vs. la iglesia [sic] primitiva, y frecuentemente afirman que si solo miras la evidencia (sitios web/vídeos sedevacantistas vs. Libro de Mormón) estarás convencido [de ello]».

A lo que Taylor Marshall (convertido del episcopalianismo) secundó:

«Es llamada la “teoría del vacío temporal”, que enseña que la Iglesia verdadera se hizo invisible en tal y cual año y luego reapareció más tarde como la verdadera Iglesia gracias a un restaurador:

  

Solo cambia las fechas e inserta el nombre del restaurador: Lutero, Joseph Smith, Thuc, et al.».

  

A fin de contestar semejante panfleto que no se compadece de la intelectualidad que esos dos personajes dicen ser (además que Sammons abre su artículo con un falso consenso respecto a Bergoglio –porque si se pregunta en una parroquia X si él es Papa, van a decir que sí, porque es lo único que ven en los medios y el que su párroco nombra todos los días en el culto–), primero hay que partir de lo siguiente: los gnósticos postulan que hay un “conocimiento” (en griego γνῶσις, de donde toman su nombre) especial que está oculto a los profanos y para acceder a él hay que seguir un proceso iniciático. El sedevacantismo, en cambio, no postula ningún conocimiento o verdad adicional al que ya existe y está abierto a todo el que quiera buscarlo: la Doctrina Católica, sustentada en las tres columnas que son la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y el Magisterio Infalible. Enfatizamos que está abierto a todo el que quiera buscarlo porque el hombre, creado con libre arbitrio, puede escoger si lo reconoce o lo rechaza, estando obligado a actuar conforme a la elección que hace. Sammons debería saberlo, pues dice el canon 748 § 1 wojtyliano:

«Todos los hombres están obligados a buscar la verdad en aquello que se refiere a Dios y a su Iglesia y, una vez conocida, tienen, por ley divina, el deber y el derecho de abrazarla y observarla».

  

Segundo, el problema con Bergoglio no es el que haya o no un mal Papa (porque malos papas han habido), es que NO ES PAPA, NI ÉL NI SUS ANTECESORES DESDE RONCALLI, MUCHO MENOS SUS SUCESORES, punto. Y no lo es porque un hereje, por ese solo hecho y sin necesidad de juicio alguno, deja de ser católico y como no es católico, tampoco puede ser Papa. Así está definido en la bula “Cum ex Apostolátus Offício”, el canon 188 § 4 pío-benedictino

«Se admite la renuncia tácita de pleno derecho quedando vacante en virtud del hecho y sin ninguna declaración cualquier oficio, si el clérigo: […] defecciona públicamente de la Fe Católica»

y el 194 § 1, num. 2.º  wojtyliano:

«Queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico: […] quien se ha apartado públicamente de la fe católica o de la comunión de la Iglesia».

Y sobre «la aceptación pacífica y moralmente universal del Pontífice por parte del episcopado y del pueblo católico» que implícitamente cita Sammons en el comienzo de su artículo (objeción que se abordó en una ocasión), vale recordar que esta solo se puede predicar cuando el Papa actúa como tal, o dicho en otras palabras, CUANDO LO HAY. De otro modo, sería imposible y mentiroso esgrimirla:

«En cuanto al axioma ‘donde está el Papa está la Iglesia’, vale cuando el Papa se comporte como Papa y jefe de la Iglesia; en caso contrario, ni la Iglesia está en él, ni él en la Iglesia» (Arnaldo Vidigal Xavier Da Silveira, Implicaciones Teológicas y Morales del Nuevo ‘Ordo Missæ’, mimeografiado en junio 1971, San Pablo, Brasil, pág. 185). 

   

Sammons cita a San Ireneo para intentar justificar su punto:

«Para todos aquellos que quieran ver la verdad, la Tradición de los Apóstoles ha sido manifestada al universo mundo en toda la Iglesia, y podemos enumerar a aquellos que en la Iglesia han sido constituidos obispos y sucesores de los Apóstoles hasta nosotros» (Advérsus Hæréses, libro tercero, cap. III, 1).

Pero esta cita (que versa de la Sucesión Apostólica) es improcedente como prueba a favor de los modernistas porque, desde el 18 de Junio de 1968 se introdujo un rito de ordenación en el que se alteró la forma (las palabras que se emplean al administrar el sacramento) y no hay más la intención que tiene la Iglesia para conferir el sacramento, anulándolo completamente. Dicho de otra forma, es un rito tan inválido como el anglicano, donde no hay sacerdotes sacrificantes sino laicos (incluso mujeres y homosexuales) presidentes de la cena comunal. Y a consecuencia, Francisco Bergoglio, el hombre a quien Sammons considera “Papa”, como fue “instalado” con el nuevo rito el 13 de Diciembre de 1969, ES UN SIMPLE LAICO sin más autoridad sobre la Iglesia que la que tendría el “Arzobispo” anglicano de Canterbury, el Gran Rabino de Israel, el Patriarca Supremo budista de Tailandia o cualquier jefe de Estado.

   

Luego Sammons afirma que esperar que Dios remedie la situación actual de Apostasía entronizada es pecado de presunción. Lejos de eso, es lo más sensato frente a propuestas conclavistas que de cuando en cuando aparecen, contrariando el derecho canónico y que solo añaden más confusión (el caso de Lino II/Víctor von Pentz, por ejemplo). Presunción mayor es que él pretende erigirse en fuente de doctrina, pasando por alto a San Vicente Ferrer, Juan de Torquemada, Pablo IV, San Roberto Belarmino, San Alfonso María de Ligorio, y a tantos teólogos reconocidos que han abordado el tema.

  

Y además, Sammons es el que menos autoridad moral tiene para hablar, porque el 18 de Enero de 2022 publicó un trino diciendo: «Necesitamos disminuir el papado a fin de salvarlo». Pretensión propia de cismáticos (que reconocen un primado honorífico mas no de jurisdicción al Papa de Roma –aunque Bartolomé I Archondonis de los fanariotas tiene pretensiones papistas como se vio en el abortado Concilio Panortodoxo de Creta y en la situación de Ucrania–) y protestantes (Calvino, por ejemplo, en un discurso de 1560, proponía un “Concilio Universal y Libre” al cual el Papa debía someterse), pero que el Papa Pío IX condenó con anatema:

«Si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene tan sólo un oficio de supervisión o dirección, y no la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo concerniente a la disciplina y gobierno de la Iglesia dispersa por todo el mundo; o que tiene sólo las principales partes, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; o que esta potestad suya no es ordinaria e inmediata tanto sobre todas y cada una de las Iglesias como sobre todos y cada uno de los pastores y fieles: sea anatema» (Constitución dogmática “Pastor Ætérnus”, Concilio Vaticano, 18 de Julio de 1870, canon III)

  

Volviendo al tema gnóstico, la Iglesia del Vaticano II (que no es la Iglesia Católica) es una secta gnóstica ya que los círculos internos de la “jerarquía” siguen una doctrina y un culto diferente al que dicen representar ante el común de los fieles, y aun con desigualdad porque en este aspecto actúan dependiendo de con qué fieles se encuentran. Así era el Sanedrín en tiempos de Nuestro Señor.

  

Respecto al mormonismo, que es otro producto del protestantismo estadounidense, ni siquiera se le puede considerar cristiano porque además de tener una teología que no se compadece y un bautismo inválido, cada “Profeta, Vidente y Revelador” puede cambiar con un solo decreto toda la doctrina que creen los mormones (valga anotar, el Libro de Mormón –que no aguanta ninguna revisión histórica seria– de “hoy en día actualmente en la actualidad” no es el mismo de Joseph Smith ni el de Brigham Young, de tantos cambios que le han hecho). Por otro lado, el mormonismo, al igual que los movimientos resrauracionistas protestantes (como los adventistas –que irónicamente deben su esjatología al milenarismo del padre Lacunza–, los testejehovistas o los pentecostales) o, en el caso conciliar, los neocatecumenales, sostienen la teoría que la Iglesia verdadera había permanecido oculta hasta que apareció un “restaurador” (de ahí que el restauracionismo necesariamente conlleva la teoría del “vacío temporal” de que habla Marshall en su trino), lo cual contradice la Doctrina Católica, que enseña que la Iglesia verdadera se puede identificar y se identifica con cuatro características visibles (las “notas”): Una, Santa, Católica y Apostólica.

   

Ahora, en la Sede Vacante prolongada en el tiempo (hasta que Dios disponga otra cosa), ¿cómo se manifiestan las cuatro notas? De la siguiente forma:

• UNIDAD: La Sede Vacante significa que no hay autoridad visible (Papa), mas no que la Iglesia esté acéfala, porque Nuestro Señor Jesucristo es su Cabeza y Señor (Efesios V, 23; Colosenses I, 18). Además, la Unidad se conserva por la adhesión y fidelidad a la Doctrina perenne de la Iglesia, y la observancia del Derecho canónico pío-benedictino.
• SANTIDAD: Los sedevacantistas transmiten la Sana Doctrina y conservan la Liturgia tradicional, como también la Devoción Auténtica en sus pías prácticas (Santo Rosario, Vía Crucis, Novenas, Oraciones, etc.). Ítem, en virtud de la Comunión de los Santos, participan espirituamente del Santo Sacrificio de la Misa y se benefician de la intercesión de la Bienaventurada Virgen Santa María, San José, todos los Ángeles y Santos, y las Benditas Almas del Purgatorio por las cuales sufragan.
• CATOLICIDAD: Lejos de ser una secta iniciática, los sedevacantistas realizan apostolado para atraer a las almas hacia la Verdad, y están dispuestos a recibir a todo el que quiera acogerla para salvarse.
• APOSTOLICIDAD: Los obispos sedevacantistas (tanto del linaje Thục como los del linaje Lefebvre), al ser consagrados con el Rito romano tradicional, reciben potestad para ordenar sacerdotes y consagrar obispos, transmitiendo la Sucesión Apostólica. Consagraciones las cuales se dan, en ausencia del mandato papal (propio de la jurisdicción ordinaria), en virtud de la jurisdicción supletoria de la Iglesia para estos casos.

  

Tratemos de admitir un momento la teoría del “vacío temporal” de Marshall: significaría que la Iglesia muere con el Papa de turno para “revivir” con su sucesor, o ya en un plano extremo, hasta el Vaticano II (si el punto de partida es la muerte de San Juan Evangelista –como los mormones o TJ– o el Concilio de Nicea –como los catecumenales, eso es otro asunto) la Iglesia verdadera desapareció de la faz de la tierra, y Nuestro Señor abandonó a sus fieles en manos de una institución visible que disciplina y doctrina dañina que podía enviarlos al Infierno, afirmación que refleja el Sínodo de Pistoya y fue condenada por Pío VI en Auctórem Fídei como «Falsa, temeraria, escandalosa, perniciosa, ofensiva a los piadosos oídos, injuriosa a la Iglesia y al Espíritu de Dios, por el que es regida, a lo menos errónea».

   

Y ya que estamos, es de recordar que en la Sagrada Escritura se habla que antes de la Parusía, la Iglesia Verdadera estará reducida a su más mínima expresión y, contrário sensu, la Apostasía y la corrupción moral serán generalizadas (todos los pasajes pertenecen a la traducción de Mons. Félix Torres Amat):

• San Mateo X, 21-22: «Entonces un hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir; y vosotros vendréis a ser odiados de todos por causa de mi nombre: pero quien perseverare hasta el fin, este se salvará».
• San Mateo XXIV, 9-13: «En aquel tiempo seréis entregados a los magistrados para ser puestos en los tormentos, y os darán la muerte; y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre (por ser discípulos míos), con lo que muchos padecerán entonces escándalo, y se harán traición unos a otros, y se odiarán recíprocamente: aparecerá un gran número de falsos profetas que pervertirán a mucha gente: y por la inundacion de los vicios, se resfriará la caridad de muchos, mas el que perseverare hasta el fin, ese se salvará».
• San Mateo XXIV, 24-25: «Porque aparecerán falsos Cristos y falsos profetas, y harán alarde de grandes maravillas y prodigios, de manera que aun los escogidos, si posible fuera, caerían en error. Ya veis que yo os lo he predicho».
• San Mateo XXIV, 37-39: «Lo que sucedió en los dias de Noé, eso mismo sucederá en la venida del Hijo del hombre: porque así como en los dias anteriores al diluvio proseguían los hombres comiendo y bebiendo como brutos animales, casándose y casando a sus hijos, hasta el día mismo de la entrada de Noé en el arca, y no pensaron jamás en el diluvio hasta que le vieron comenzado, y los arrebató a todos; así sucederá en la venida del Hijo del hombre».
• San Lucas XVII, 26-30: «Lo que acaeció en el tiempo de Noé, igualmente acaecerá en el día del Hijo del hombre: Comían y bebían; casábanse, y celebraban bodas, hasta el día en que Noé entró en el arca; y sobrevino entonces el diluvio, que acabó con todos. Como tambien lo que sucedió en los días de Lot: los de Sodoma y Gomorra comían y bebían; compraban, y vendían; hacian plantíos, y edificaban casas; mas el día que salió Lot de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, que los abrasó a todos; de esta manera será el día en que se manifestará el Hijo del hombre».
• Romanos IX, 27-29: «Por otra parte Isaías [X, 22] exclama con respecto a Israel: “Aun cuando el número de los hijos de Israel fuese igual al de las arenas del mar, solo un pequeño residuo de ellos se salvará. Porque Dios en su justicia reducirá su pueblo a un corto número: el Señor hará una gran rebaja sobre la tierra”: y antes había dicho el mismo Isaías [I, 9]: “Si el Señor de los ejércitos no hubiese conservado a algunos de nuestro linaje, hubiéramos venido a quedar semejantes a Sodoma y Gomorra”».
• 2.ª Tesalonicenses II, 3-4; 7-11:  «No os dejéis seducir de nadie en ninguna manera; porque no vendrá este día [el día del Señor] sin que primero haya acontecido la apostasía casi general de los fieles, y aparecido el hombre del pecado, el hijo de la perdición, el cual se opondrá a Dios, y se alzará contra todo lo que se dice Dios, o se adora, hasta llegar a poner su asiento en el templo de Dios, dando a entender que es Dios. […] El hecho es que ya va obrando o formándose el misterio de iniquidad; entretanto el que está firme ahora, manténgase, hasta que sea quitado el impedimento. Y entonces se dejará ver aquel perverso, a quien el Señor Jesús matará con el resuello o el sólo aliento de su boca, y destruirá con el resplandor de su presencia a aquel inicuo que vendrá con el poder de satanás, con toda suerte de milagros, de señales y de prodigios falsos, y con todas las ilusiones que pueden conducir a la iniquidad a aquellos que se perderán, por no haber recibido y amado la verdad a fin de salvarse. Por eso Dios les enviará o permitirá que obre en ellos el artificio del error, con que crean a la mentira, para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la maldad o injusticia».
• Apocalipsis XII, 6; 13-14: «Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por espacio de mil doscientos y sesenta días. […] Viéndose pues el dragón precipitado del cielo a la tierra, fue persiguiendo a la mujer, que había parido aquel hijo varón: a la mujer empero se le dieron dos alas de águila muy grande, para volar al desierto a su sitio destinado, en donde es alimentada por un tiempo y dos tiempos, y la mitad de un tiempo [cf. Cap. XI, 3] (tres años y medio) lejos de la serpiente».

  

Finalmente, y como los hechos están, el Sedevacantismo como conclusión teológica está mostrando la verdad de lo que REALMENTE pasó con la Iglesia Católica después del Vaticano II. Una verdad que ni Eric Sammons, Taylor Marshall, Raymond Arroyo, Henry Gómez Casas, Vicente Montesinos, el recién fallecido Alfonso Gálvez Morillas, y demás neocones no reconocen por más que esta les golpee en la cara. ¿Por qué ellos no aceptan los hechos y argumentos que prueban la Apostasía y la Sede Vacante, y no quieren que otros los conozcan? ¡PORQUE DE ACEPTARLOS PERDERÍAN LOS MILES DE DÓLARES QUE PERCIBEN POR VENTAS DE LIBROS, VISUALIZACIONES DE VÍDEOS EN YOUTUBE, Y CONFERENCIAS DIRIGIDAS A NEOCONES PERPLEJOS Y DESESPERADOS BUSCANDO UNA EXPLICACIÓN AL RESPECTO!

   

JORGE RONDÓN SANTOS

13 de Julio de 2022.

Fiesta de San Anacleto, Papa y Mártir de la Fe; de los Santos Profetas Joel y Miqueas; de San Eugenio de Cartago, Obispo y Mártir de la Fe; y del Beato Santiago de Vorágine OP, Obispo y Confesor. Nacimiento de la bienaventurada Teresa de los Andes (en el siglo Juana Fernández Solar) OCD, Religiosa. Tránsito de San Enrique II, Sacro Emperador Romano y patrono de los Oblatos de San Benito; y del bienaventurado Mariano de Jesús Euse Hoyos, Sacerdote y Confesor. Conquista de San Juan de Acre durante la III Cruzada; ejecución del general realista Juan Agustín Agualongo Cisneros; asesinato de José Calvo Sotelo; bombardeo sobre Aquisgrán y Colonia por el Comando de Bombarderos de la Real Fuerza Aérea británica.