sábado, 9 de julio de 2022

NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ


Cada 9 de julio se celebra a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Itatí, patrona y protectora de las provincias de Corrientes y Misiones en Argentina. La devoción mariana se originó a orillas del Alto Paraná, en la provincia de Corrientes, después de la llegada del navegante Sebastián Gaboto a las tierras del cacique Yaguarón en febrero de 1528.
   
Los franciscanos que llegaron posteriormente al lugar trajeron consigo una bella imagen de la Inmaculada Concepción que colocaron en el primer oratorio a orillas del río Tebacué.
   
La tradición cuenta que un grupo de indígenas atacó el lugar y la imagen mariana desapareció.
   
Tiempo después, unos aborígenes encontraron la imagen en el río Paraná muy cerca del lugar de donde había desaparecido. Estaba sobre una piedra blanca, que en lengua guaraní significa “itatí”. Según se cuenta, la Virgen se hallaba envuelta por un brillo extraño y una música extremadamente bella sonaba alrededor.
   
La imagen fue devuelta a su lugar de origen, pero en dos oportunidades regresó al mismo sitio donde la encontraron los aborígenes. Los franciscanos comprendieron que esa era la voluntad de la Virgen, por lo que trasladaron la comunidad a la zona de hallazgo y fundaron el pueblo de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí.

Fray Luis de Bolaños, sucesor de Fray Luis Gámez, junto con Fray Alonso de San Buenaventura, realizó proezas de evangelización en la región. Levantó el templo y la casa parroquial y estableció la parroquia y el municipio de Itatí el 7 de diciembre de 1615.
   
Cuando Fray Luis de Gamarra era párroco del lugar, en la Semana Santa de 1624, sucedió la primera transfiguración del rostro de la Virgen, durante el canto del Regína Cœli. “Se produjo una extraordinaria mudanza del rostro y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la había visto”, dijo el P. Gamarra.
    
La transfiguración duró varios días y se repitió varias veces en los años siguientes. Además se escuchó en más de una ocasión, la misma música que oyeron los indios cuando la encontraron en plena selva.
    
A partir de entonces, sucedieron curaciones y milagros. El más significativo fue en 1748 cuando los indios abipones intentaron atacar el pueblo. Al llegar a sus puertas se abrió en la tierra una gigantesca grieta que les impidió seguir avanzando. Entonces, huyeron despavoridos mientras los habitantes de Itatí acudían a la iglesia para dar gracias frente a la imagen.
    
En 1768 Fray José Antonio de Acosta construyó el sexto templo a orillas del río Paraná, donde hoy se encuentra la basílica y el Museo de Arte Sacro.
El 16 de julio de 1900 el Papa León XIII mandó coronar a la Virgen de Itatí. La ceremonia fue presidida por su delegado y Obispo de Paraná de ese entonces, Mons. Rosendo de la Lastra y Gordillo. El orador en esta ocasión fue el padre Luis Antonio María Niella Cabral y Díaz, que posteriormente fue nombrado Obispo de Corrientes por el Papa San Pío X en 1911.
    
La imagen está tallada en madera de 1,26 metros de altura, de cabello negro y piel un tanto morena, de pie sobre una media luna, con las manos juntas sosteniendo un rosario. Viste un manto azul y cubre su cabeza una túnica blanca.
La corona fue concebida como una joya al estilo de las coronas imperiales del Renacimiento, en oro, con incrustaciones, de amatistas y topacios de gran tamaño y dibujos de artística expresión.
   
El 23 de abril de 1918, Nuestra Señora de Itatí fue proclamada Patrona y Protectora de las provincias de Corrientes y Misiones, celebrándose su fiesta cada 9 de julio.
    
Ya convertida en Santuario, la gran Basílica fue visitada en 1935 por Don Luis Orione.

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