martes, 25 de abril de 2023

MINISTERIOS LAICOS, Y DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR FUERA DE LA IGLESIA: TEMAS DEL VATICANO BERGOGLIANO

Traducción de la noticia publicada en CATHOLIC CULTURE.

EL PAPA DESCRIBE SU VISIÓN PARA EL MINISTERIO LAICO; VATICANO PUBLICARÁ DOCUMENTO SOBRE QUIENES SE HAN VUELTO A CASAR FUERA DE LA IGLESIA
   
24 de Abril de 2023
   

En un discurso del 22 de Abril ante la segunda asamblea plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Papa Francisco describió su visión del ministerio laico en la Iglesia.

En su constitución apostólica sobre la Curia Romana (Prædicáte Evangélium, 2022), el Papa Francisco estableció que los dicasterios curiales deben celebrar sesiones plenarias, normalmente cada dos años, en las que participen todos sus miembros (artículo 26). El tema de la segunda asamblea plenaria del Dicasterio, celebrada del 20 al 22 de Abril, fue “Laicos y ministerio en una Iglesia sinodal”, con especial referencia al artículo 133 de Prædicáte Evangélium, que implica la institución de nuevos ministerios.
   
El Dicasterio, además de su dirección, cuenta con 28 miembros y 23 consultores. El Dicasterio señaló que asistieron a la asamblea plenaria “unos 35” miembros y consultores.
   
  • El Dicasterio se encuentra en las etapas iniciales de reflexión sobre el desarrollo de un ministerio específico para las parejas casadas para aquellos cuyos matrimonios están «atravesando crisis y problemas de todo tipo».
  • El Dicasterio «está trabajando también en la preparación de un texto que se referirá específicamente, como Vd. lo ha querido, Su Santidad, a los hombres y mujeres que, teniendo a sus espaldas un matrimonio fallido, viven en nuevas uniones».
El cardenal Farrell no dijo cuándo publicaría el Vaticano este documento sobre quienes se han vuelto a casar fuera de la Iglesia.
      
En su discurso a los participantes en la segunda asamblea plenaria del Dicasterio, el Papa Francisco distinguió entre
  • Los ministerios laicales instituidos de lector, acólito y catequista, que implican «una intervención pública de la Iglesia, un acto específico de institución», y están «conectados con el ministerio ordenado, porque implican diversas formas de participación en la tarea que es propia a ellos, aunque no exija el sacramento de la Ordenación».
  • Un campo mucho más amplio del ministerio laico
«La ministerialidad laical», afirmó el Papa, se basa en el Sacramento del Bautismo y los dones del Espíritu Santo. En virtud del Bautismo, todos los fieles (laicos, consagrados y ordenados) son «creyentes en Cristo, sus discípulos, y por tanto están obligados a participar en la misión que Él encomendó a la Iglesia, también mediante la asunción de ministerios determinados».
  
«La ministerialidad de los fieles, y de los laicos en particular, brota del carisma que el Espíritu Santo distribuye en el Pueblo de Dios para su edificación: primero aparece un carisma, inspirado por el Espíritu; luego, la Iglesia reconoce este carisma como un servicio útil a la comunidad; finalmente, en un tercer momento, se introduce y se difunde un ministerio específico», prosiguió.
   
Ejemplos comunes de este ministerio laico no instituido más amplio, dijo el Papa, son «servicios complementarios», como lector y ministro extraordinario de la Eucaristía. El Papa señaló que «los párrocos pueden confiar a los laicos ciertas funciones suplementarias, es decir, servicios temporales, como en el caso de la proclamación de la Palabra o de la distribución de la Eucaristía». Pero además de tales servicios, «los laicos pueden realizar una serie de tareas, que expresan su participación en la función profética y regia de Cristo: no sólo dentro de la Iglesia, sino también en los ambientes donde se integran. Hay algunos que son complementarios, pero hay otros que vienen del origen bautismal de los laicos».
    
Ejemplos de estos otros servicios incluyen
  • Aquellos «vinculados a viejas y nuevas formas de pobreza, así como a los migrantes, que requieren con urgencia acciones de acogida y solidaridad. En estos campos de la caridad pueden surgir muchos servicios que toman la forma de verdaderos ministerios».
  • Un ministerio de evangelización, que surge del Sacramento del Matrimonio, a los propios hijos y a los demás matrimonios. Citando documentos de los Papas San Pablo VI y San Juan Pablo II, el Papa Francisco, como lo ha hecho en el pasado, elogió la exhortación apostólica de San Pablo VI sobre la evangelización (Evangélii Nuntiándi, 1975). «Esta exhortación de San Pablo VI es válida hoy, es actual. Por favor: retomarlo, volver a leerlo, es muy actual. Con tantas cosas, cuando uno las vuelve a encontrar (dice): “Ah, mira, el previsor Montini”. Se puede ver allí, esa visión de futuro del gran santo que dirigió la Iglesia».
  • «Otros muchos» ministerios que «podrían añadirse, reconocidos de diversas maneras por las autoridades eclesiales como expresiones de la ministerialidad de la Iglesia en un sentido amplio».
El Papa Francisco luego expresó su enojo con los ministros laicos “autorreferenciales” que no están enfocados en el servicio:
«Sin embargo, debemos recordar una cosa: estos ministerios, servicios, oficinas, nunca deben volverse autorreferenciales. Me enfado cuando veo ministros laicos que, perdonen la expresión, se “envanecen” de este ministerio. Esto es ministerial, pero no es cristiano. Son ministros paganos, llenos de sí mismos, ¿no? Cuidado con esto: nunca deben volverse autorreferenciales. El servicio es unidireccional, no es de ida y vuelta: eso nunca va a funcionar… A veces ves laicos y parecen sacerdotes por defecto. Por favor: solucionad este problema».
Al concluir su discurso, el Papa Francisco afirmó que los diversos tipos de ministerio que enumeró tienen dos cosas en común: la misión y el servicio.
«En particular, me gusta subrayar que en la raíz del término ministerio está la palabra minus, que significa “menor”… Quien sigue a Jesús no tiene miedo de hacerse “inferior”, “menor”, de colocarse al servicio de los demás. En efecto, el mismo Jesús nos enseñó: “el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero, será siervo de todos” (Mc 10, 43-44). Aquí radica la verdadera motivación que debe inspirar a todo fiel que asume una tarea eclesial, todo compromiso de testimonio cristiano en la realidad en la que vive: la disponibilidad para servir a los hermanos, y en ellos, servir a Cristo».
    
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El Papa Francisco estableció el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en 2016, y el Dicasterio celebró su primera asamblea plenaria en 2019, dedicada a “la identidad y misión de los fieles laicos en el mundo”. El Papa pronunció un discurso en ese momento (resumen de Vatican News), en el que advirtió contra la clericalización de los laicos, habló sobre la importancia de las mujeres y enfatizó que los diáconos permanentes deberían ser removidos del altar:
«Se convierten en diáconos permanentes, y en lugar de ser los custodios del servicio en la diócesis, inmediatamente miran al altar y terminan siendo “sacerdotes fallidos”, sacerdotes a medio camino. Yo aconsejo a los obispos: “Quiten a los diáconos del altar”, que vayan al servicio. Son los cuidadores del servicio, no monaguillos de primera o sacerdotes de segunda».
La solicitud del Papa de que los diáconos permanentes sean removidos del ministerio en el altar es difícil de reconciliar con la enseñanza del Concilio Vaticano II, San Pablo VI, la Instrucción General del Misal Romano y otros documentos del Vaticano. Curiosamente, la Oficina de Prensa de la Santa Sede no mencionó el discurso del Papa del 16 de Noviembre de 2019 ante la primera asamblea plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en su boletín en inglés, y el Vaticano no ha publicado una traducción al inglés del discurso papal de 2019, a pesar de su importancia.

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