En ocasión del artículo sobre la imagen de “María desatanudos” que Bergoglio recibió en Canadá en Julio del año pasado, se mencionó que en la estatua había un “ángel femenino”. Circunstancia que se repitió en la imagen que “bendijo” en Kazajistán dos meses después. En ambos casos, se dijo que reflejaban la “unidad de los contrarios” buscada por el gnosticismo. Pero hay más detalles que tener en cuenta:
Retrocedamos al año 2015, cuando la entonces presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, en su visita al Vaticano, le obsequia a Bergoglio una talla de esta “advocación”. Cuando se mira de cerca, hay detalles altamente inquietantes:
- La “Virgen” es representada mostrando los hombros (algo que la verdadera Virgen María no haría jamás), y no aplasta la cabeza de la serpiente.
- Aparece por primera vez un “ángel femenino”, mostrando un seno a través de la túnica.
El columnista italiano Andrea Cionci, en su más reciente artículo para Libero Quotidiano, presenta dos imágenes más donde este “ángel femenino” aparece: una en el sobre pidiendo una donación de 18 euros para el sostenimiento del “clero” de la Diócesis de Roma (y en el calendario 2023 de la Sociedad de San Pablo):
Y otro sobre el belén que adornó la Plaza de San Pedro el año anterior.
Examinando todas las piezas, se ve que Bergoglio está introduciendo subrepticiamente el culto a la “Gran Madre” (Matar Kubileya/Cibeles/Gea/Umai/Pachamama), una de las deidades paganas. Pero, ¿quién es? Hay una pista que ayuda a develar su identidad: las alas.
En Oriente Próximo y Egipto, habían deidades femeninas que eran representadas con alas. Pero habían dos que eran también madres: Astarté, esposa de Baal y madre de Tamuz; e Isis, esposa de Osiris y madre de Horus.
¿Dónde aparece Osiris, el dios egipcio de la resurrección? En la cruz pectoral de Bergoglio y Bernardin.
No es casualidad, de hecho, que el Buen Pastor de los rosacruces con los brazos cruzados que Bergoglio lleva al cuello haga referencia, precisamente, al dios egipcio Osiris en fin, siempre la misma retórica de la Gran Madre de siempre y, si recuerdan, también en el primer capítulo The young pope de Sorrentino, el cardenal Angelo Voiello, opositor del conservador Pío XIII (y que lo sucederá en The new pope), mira de reojo a la Venus de Willendorf, una estatuilla prehistórica de gigantescos senos y trasero que está en el despacho de este último.
Así, en forma subrepticia, la Pseudoiglesia está acostumbrando a la gente a las figuras angélicas femeninas, en un proceso de continuo derrocamiento de la fe católica: la Virgen se convierte en la Gran Madre, Jesús se convierte en la serpiente y se convierte en el diablo, el Espíritu Santo se convierte en un “Espíritu” indistinto del que Bergoglio habla cada vez más a menudo, que nada tiene que ver, por supuesto, con la tercera Persona de la Trinidad. Engaño en el que caerá el 90% de los “católicos”, porque no tienen Amor a la Verdad y se dejan impresionar por la supuesta imagen del “Papa misericordioso y bueno”, y tacharán de locos y fanáticos a los que no caen en el engaño, y buscan que nadie caiga.
Nosotros en cambio, seguiremos en la lucha por la Verdad. Y continuaremos, con el favor de Dios y la intercesión de Santa María, desenmascarando el error disfrazado de piedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.