En el hospital Cabrini de Melbourne (Australia), falleció en la mañana de hoy 19 de Abril de 2023 el sacerdote-presbítero Robert “Bob” John Thomas Maguire McLaughlin a los 88 años de edad, informó The Catholic Weekly, semanario de la archidiócesis de Melbourne.
“Bob” Maguire nació el 14 de Septiembre de 1934 en Thornbury (estado Victoria), quinto hijo de James Maguire y Annie McLaughlin, una pareja de migrantes procedentes de Escocia. Él refirió que su infancia fue dura: venía un hogar pobre, su padre era un alcohólico empedernido que cada vez que podía apañaba a su madre a golpes, y una hermana mayor murió de tuberculosis. Huérfano a los 15 años, ingresó con una beca al seminario archidiocesano Cristo Rey en Werribee en 1953 y fue ordenado sacerdote el 24 de Julio de 1960 a los 25 años de edad con el Rito romano tradicional. En 1965 ingresó a la Reserva del Ejército, recibiendo el grado de Teniente Coronel y siendo asignado a la unidad de Entrenamiento de Carácter (lo que sea que eso signifique). Desde 1973 sirvió como párroco en San Pedro y San Pablo hasta su retiro en 2012. En el momento de su retiro (que debió ser a los 75 años en el 2009, pero lo retrasó tres años), el sacerdote-presbítero hizo toda una farsa. Por su labor a favor de las personas con discapacidad a través de la fundación Open Family, fue honrado como miembro de la Orden de Australia en 1989, que destaca a los ciudadanos que prestan servicios distinguidos al país; y la Condecoración de Oficiales de la Reserva.
“Bob” Maguire, calificado como “Larrikin priest” (El sacerdote travieso; “Larrikin” deriva de “Larrack”, que significa “bromear” en el dialecto yorkino, pero que en la Australia decimonónica fue el nombre de una pandilla juvenil) fue siempre adherente a las causas seglares (de hecho, la fundación cuyo epónimo es, se enmarca al humanismo seglar), llegando a controversias con el “conservador” cardenal George Pell, y sus obras no tuvieron distinción ante el orden espiritual. Y además, apostató de la Fe siguiendo al Vaticano II, sus falsos Papas, su liturgia adulterada y su doctrina errónea, muriendo sin mostrar en el fuero externo frutos de penitencia.
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