El 13 de Mayo de 2023, la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Cholula (estado de Puebla, Méjico) fue dedicada al culto católico por el obispo Bernard Fellay FSSPX.
A raíz de esto, los modernistas se pusieron a echar espumarajos de rabia, como se ve en este comunicado de la archidiócesis de Puebla que difundieron en su cuenta de Facebook el mismo día:
Lo irónico es que los jerarcas conciliares mejicanos, herederos de los obispos y jesuitas que traicionaron a los Cristeros entregándolos al régimen masón para asesinarlos aprovechando una tregua con trasfondo de derrota de este, han recibido en distintas ocasiones, gruesos donativos de los cárteles de droga para construir, remodelar y/o amoblar sus templos, porque el Estado no les gira y las limosnas de sus fieles no alcanzan. Aunque, la verdad sea dicha, las “narcoiglesias” no son algo exclusivo de Méjico o de la Iglesia Conciliar: en Guatemala, el dinero narco o procedente de corrupción construye iglesias protestantes.
Da risa ver que esos son los mismos que hablan de misericordia y apertura, pero a la realidad son todo lo contrario. Si no, preguntadle al presbítero Pedro Varillas Andrade, que por predicar contra la ideología de género el 28 de Julio de 2022, fue removido como párroco del santuario del Señor de Jicolapa en Zacatlán el 10 de Agosto siguiente. En el comunicado de remoción, el arzobispón poblano Víctor Sánchez Espinosa repitió hipócritamente el mantra bergogliano de «la Iglesia debe ser un lugar que acoja a todos con las puertas abiertas, donde todos sean acogidos sin discrimen alguno».
La realidad es que en esa “Iglesia de puertas abiertas” que es la secta deuterovaticana, los católicos son discriminados y perseguidos por sujetos como Bergoglio, Roche, Braz de Aviz, Sánchez Espinosa y Cortés Pliego. Y en tal orden, los Católicos deben aprovechar que «las puertas estén abiertas» para salir de ella.
Como si hubiese mucha diferencia entre la fsspx y la secta conciliar...
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