Novena dispuesta por una religiosa dominica devota de la Beata Imelda, y publicada en el Compendio de la prodigiosa vida de la Beata Imelda Lambertini, virgen del orden de Santo Domingo por los hermanos Torrás en Barcelona, año 1835, con licencia eclesiástica.
NOVENA AL PRODIGIO DEL AMOR DIVINO LA BEATA IMELDA LAMBERTINI
Después de haberse persignado y hecho un fervoroso acto de contrición, se dirá la oración que sigue.
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, en cuyos misterios y Fe creo, en cuya misericordia y méritos infinitos de vuestra Pasión y muerte espero ser eternamente feliz, y a quien amo sobre todas las cosas y aun sobre mi propia vida, me pesa, Dios mío, haberos ofendido, por ser Vos quien sois y por vuestra infinita bondad; y propongo perder mil vidas que tuviese, antes que volveros a ofender, y satisfaceros, ayudado de vuestra divina gracia, por mis ofensas. Os doy palabra firme de confesarme y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos: espero en vuestra misericordia infinita me perdonareis todos mis pecados, y me daréis gracia para perseverar en estos mis propósitos firmes, y emplearme en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Incomprensible Señor y Dios Eterno, uno en esencia y trino en personas, Padre mío amabilísimo, en quien creo, en quien espero, y a quien amo de lo íntimo de mi corazón sobre todas las cosas; postrado en vuestra soberana presencia os adoro, os bendigo y alabo por vuestro ser inefable, por vuestras perfecciones infinitas, y porque siempre os habéis manifestado en vuestros Santos admirable. Yo os doy gloria, magnificencia y alabanza, porque entre las demás criaturas os dignasteis escoger a vuestra fidelísima y predilecta Esposa la Beata Imelda para modelo de amantes de vuestro Hijo Jesucristo Sacramentado: os suplico que por su poderosa intercesión, y por los infinitos merecimientos del mismo Jesucristo mi Redentor, me concedais el perdón de mis pecados y el fruto de esta santa Novena en el remedio de mis necesidades, en la enmienda de mi vida, y en la imitación de sus virtudes, para que siendo mi muerte en vuestra gracia, os alabe después en el Cielo. Amén.
DÍA PRIMERO – 4 DE MAYO
ORACIÓN
Ejemplarísima Sierva de Dios, protectora mía Beata Imelda, fidelísima Esposa del inmaculado Cordero mi Señor Jesucristo, nuevo ejemplar de su Iglesia, y gloria de la Religión Dominicana, os venero con todo mi corazón; y atraído del suavísimo olor de aquella eminente santidad con que, observando perfectamente los divinos mandamientos, conservasteis siempre en vuestra bendita alma el candor de la inocencia bautismal, sin mancharlo con culpa grave, deseo eficazmente imitar vuestros ejemplos, y por este medio hacerme digno de vuestra intereesion para con el Todopoderoso. Alcanzadme pues esta gracia del Señor; y que además del especial favor que le pido por vuestro medio en esta Novena, me conceda el morir santamente, para después verle y gozarle eternamente en el Cielo. Amén.
Ahora se rezarán tres Padre nuestros, y tres Ave Marías gloriados, pidiendo cada uno lo que desea conseguir en esta Novena, y se rezarán por este orden.
Imelda, pues vuestro amor
Atrajo al Omnipotente,
Alcanzadme que yo sea
Su amante perpetuamente. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Tu corazón penetrado
En fuego de amor divino,
Vesubio fue peregrino,
Todo en llamas abrasado. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Cual Serafín abrasado
En amor del Sacramento,
En sus brazos Venturosa
Diste el último aliento. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Señor mío Jesucristo Sacramentado, imán de tus amantes fieles, que dijiste ser tus delicias estar con los hijos de los hombres, lo que manifestasteis con vuestra amada esposa la Beata Imelda; porque no sufriendo vuestro amor las dílaciones que por su corta edad os ponían las criaturas para uniros a aquella preciosa alma, por el medio de entrar en su pecho Sacramentado; obrasteis el estupendo prodigio de acercaros a ella, armado de las flechas de vuestro dulce amor, para dispararlas a su enamorado corazon al recibiros, y llevárosla en vuestros brazos a la bienaventuranza, donde eternamente nadie la pueda separar de vuestra dulce unión: Os suplicamos por la complacencia que tuviste en tan graciosa Criatura, nos deis aquella disposición y afectos al recibiros Sacramentado con que tanto os complació, para que asi seamos participantes de las delicias de tu amor en la gloria. Amén.
Se concluirá con una Salve a María Santísima del Rosario por las Almas del Purgatorio, y la siguiente oración:
Amantísima Virgen María, Madre de Dios y Señora mía, por el accidental gozo que tuviste al presentaros vuestro Santísimo Hijo la graciosa alma de su enamorada Imelda que llevaba en sus brazos, alcanzadnos de su Majestad las gracias que pedimos en esta Novena, y el descanso de las Benditas Almas del Purgatorio. Amén.
GOZOS EN HONOR DE LA BEATA IMELDA
Pues de inocencia y amor
Eres portento asombroso,
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Bolonia, ciudad famosa,
Donde descansa el cuerpo santo
De Guzmán, portento tanto
Al mundo dió venturosa
Todo en ti fue prodigioso
Todo belleza y primor.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
La gracia y naturaleza,
Con hermosa competencia
Fueron con gran preferencia
El esmalte a tu nobleza,
Porque fueras al Señor
Objeto amable y gracioso
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
De virtud y prendas bellas
Rica naciste, y tus pasos
Ya primeros fueron lazos
Que corrió en pos de tus huellas
Tu esposo herido de amor,
Amante fino y celoso
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Él fue todo para ti
Y tú toda para Él,
Y a su divino Vergel
Te llamó, para que allí
Fueras la temprana flor,
Su recreo y puro gozo
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Allí con las castas hijas
De Guzman tras él corrias,
Suspirabas y gemias
Días y noches prolijas,
Aumentando el buen olor
De jardín tan delicioso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Al ver la Hostia Sagrada
Que quisieras recibir,
Tanto solías gemir
Ansiosa y desconsolada,
Que causaba tu fervor
Pena y dolor lastimoso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Era tal tu perfección
A los dos lustros cumplidos,
Que ser tus ruegos oidos
Mostró celeste visión:
Con un singular favor
Y regalo de tu Esposo.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
En el aire colocada
La Hostia a todos patente,
Dio señal muy evidente
Que en ti buscaba morada:
Calmando a tu Director
De tu discreción dudoso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
El que postrado adoraba
Tal milagro reverente,
La Hostia resplandeciente
Vio que a sus manos volaba,
Y que en tu pecho el Señor
Buscaba dulce reposo.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Aquí fue en ti el suspirar
Y arder en santo deseo
Del celestial Himeneo
Que ansiabas por celebrar;
A lo humano superior
Fue tan alto y sumo gozo.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Tanto en ti la llama ardía
De aquel fuego celestial,
Recibiendo el manantial
De gracia, que al alma henchía,
Que abrasado de su ardor
Morir fue al cuerpo forzoso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Al amado reclinada
Tu alma al Cielo subió,
Y allí en premio recibió
La corona duplicada,
Que de inocencia y amor
Labró tu celo oficioso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Tu sepulcro aquí publica
La grandeza de tu gloria,
Y hace eterna tu memoria
Y milagros multiplica:
Pues no niegas tu favor
A quien te invoca piadoso.
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
Pues de inocencia y amor
Eres portento asombroso,
Nuestro ruego fervoroso
Presenta, Imelda, al Señor.
℣. Ruega por nosotros, Beata Imelda.
℟. Para que alcancemos de Cristo su bendición y promesas.
ORACIÓN
Señor nuestro Jesucristo, que recibiste en el Cielo a la bíenaventurada Virgen Imelda, herida con el fuego de una abrasada caridad, y alimentada prodigiosamente con la Sagrada Hostia: concedednos por su intercesión que nos lleguemos con el mismo fervor a la Sagrada Mesa; y deseemos, libres de los lazos de este cuerpo, estar con Vos, que vives y reinas. con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 5 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Obedientísima Virgen, y amada hermana mía Beata Imelda, vos sois aquella fiel hija del Dios de la Majestad, que inclinando el oído interior de vuestra alma a la voz suave de su divina ínspiración, le obedecísteis fielmente, siguiendo su santísima voluntad con la perfecta negación de la vuestra, uniéndola en todo y por todo a la del mismo Señor, y llegasteis a tanta perfección que hicisteis por un modo admirable su divino beneplácito, cumpliendo el de vuestros Prelados y Director. Yo os suplico humildemente que os dignéis rogar a su Majestad, me conceda el imitaros en esta y las demás virtudes, y el especial favor que por vuestra intercesión le pido en esta Novena, para que cumpliendo en la tierra su Santísima voluntad, pase después a cumplirla mejor con los bienaventurados en el Cielo. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 6 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Amabilísima venerada hermana y favorecedora mía Beata Imelda, fiel imitadora de la peluche‘ nuestro Señor Jesucristo, por cuyo amor renunciásteis perfectamente todas las cosas, le seguisteis en desnudez de espíritu, y de tal manera, que fuera de él nada amabais y nada poseíais, mereciendo por ello ser su fina y regalada Esposa, enriquecida con la abundancia de sus dones y de sus más singulares gracias. Yo os suplico os dignéis interceder por mí al Todopoderoso, para que me conceda el especial favor que pido en esta Novena, pero singularmente que aparte mi corazón de todo lo terreno, para que amándole a Él solo sobre todas las cosas en lo que me resta de vida, consiga acabarla en su amistad y gracia, y alabarle eternamente en la Gloria. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 7 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Castísima y purísima Virgen, abogada mía Beata Imelda, digna Esposa del inmaculado Cordero por vuestra angélica virginidad; templo vivo y habitación del Espíritu Santo por vuestra limpisima castidad; tierra virgen, que fecundada con el rocío de la gracia divina, produjo los colmados frutos de la virtud y de la justicia; estrella resplandeciente, que hermosea el cielo Dominicano: yo os suplico por esta y las demás virtudes y gracias con que os adornó vuestro Divino Esposo, que me alcancéis de su Majestad el perdón de mis pecados, la práctica de la más pura castidad, el vencimiento de las tentaciones contra ella; y que además del especial favor que pido en esta Novena, me conceda después de una pura y santa vida la feliz muerte de los justos para verle y alabarle eternamente en el Cielo. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 8 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Penitente e inocentísima protectora mía Beata Imelda, vivo ejemplar de todas las virtudes, que supisteis unir a una maravillosa inocencia de edad y de costumbres los rigores de la más dura penitencia, pues llevásteis en vuestro virginal cuerpecito la mortificación que aprendisteis de vuestro castisimo y amante Esposo Jesucristo, cuyas lid-: ridad se miraban en vuestra carne grabadas con los recios golpes de la asperezar con que la maltratábais: yo os suplico que me alcancéis de Dios un verdadero espíritu de mortificación, con que sujete mis pasiones; el particular favor que pretendo en esta Novena (según que fuere de su divino beneplácito), y sobre todo la gracia singular de que haga en vida y en muerte frutos dignos de penitencia, para después gozarle perpetuamente en el Cielo. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 9 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Humildísima, rendídísima hermana y abogada mía Beata Imelda; tesoro riquísimo de santidad escondido en el campo de vuestra humildad heroica; huerto cerrado pero amenísimo de divinos frutos, que ocultábais humilde en el secreto de vuestro corazón; pozo de aguas vivas de soberanos dones y de gracias admirables, profundísimo por lo extremado de vuestro abatimiento: vos sois por esta virtud parecida al grano de mostaza del Evangelio, porque Vuestra pequeñez mereció que el Todopoderoso hiciese con vos cosas tan grandes, sublimándoos extraordinariamente entre sus Santos; os suplico humildemente me alcanceis de su Divina Majestad la verdadera humildad de corazón, el favor que pretendo en esta Novena, y singularmente la gracia que tiene prometida a los humildes, para que sirviéndole fielmente con ella en esta vida, consiga después verle y gozarle para siempre en la bienaventuranza. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 10 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Pacientísima y resignadísima abogada mía Beata Imelda, ejemplar admirable de sufrimiento y de paciencia en la dura privaciín de vuestros más encendidos deseos de uniros a vuestro Esposo Jesucristo Sacramentado, lo que sufríais sin abrir la boca para quejaros, imitando al Real Profeta David en las aflicciones de su Espíritu: yo os suplico por la altísima perfección de vuestra paciencia, con que conservásteis inalterable la paz de vuestro interior, la tranquilidad de vuestro espíritu y la dulzura de vuestro corazón, como efecto de la perfecta unión de vuestra voluntad con la de Dios, que me alcancéis de su Majestad el favor que pido en esta Novena, pero singularmente la paciencia en las adversidades, la conformidad con su santísima voluntad en todos los sucesos de esta vida, el morir en su gracia, y el gozarle después para siempre en la bienaventuranza. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 11 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Afable y amabilísima Patrona mía Beata Imelda, modelo y ejemplar de la caridad más heróica con el prójimo desde vuestros más tiernos años; pues aún no sabíais hablar, y ya teníais compasión de los pobres, con la que fuisteis consoladora de los afligidos, socorredora de los miserables y remediadora de los necesitados. Yo os suplico con cuanta eficacia puedo, que ejercitéis conmigo vuestra ardiente caridad, consiguiéndome de Dios la más perfecta disposición para recibirle Sacramentado, el remedio de la necesidad que pido en vuestra Novena, pero mucho más el perdon de mis culpas, la imitación de vuestras virtudes, la caridad con mis prójimos, el logro de una muerte santa y la salvación eterna de mi alma. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 12 DE MAYO
Por la Señal,…
Acto de contrición, y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Devotísima, fervorosa y amante abogada mía Beata Imelda, Esposa dignísima del inmaculado Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo; digna habitaciín del Espíritu Santo, y de sus más preciosos Dones; amada de Dios, regalada de Dios, y escogida entre millares para ser las delicias de vuestro Criador; sagrado incendio de Divina caridad con que abrasáis a los que contemplan devotos vuestro dichosísimo tránsito a la eterna gloria: yo el menor de vuestros devotos me pongo desde ahora para siempre a la sombra de vuestra deseada protección; y os suplico, graciosa Imelda, que además del singular favor que por vuestra intercesión he pedido en esta Novena, me alcancéis de su Divina Majestad gracia especial de imitaros en todas las virtudes, pero singularmente en la ardentísima caridad con que le amásteis como un abrasado Serafín hasta dar la vida transformada en vuestro Criador: sea este, amada niña mía, el fruto particular de la devoción con que os he venerado en este Novenario; y séalo también el prepararme desde ahora con una santa vida para la muerte que se me acerca, para que muriendo encendida con los actos más intensos de amor a mi Dios, pase, después a verle y alabarle eternamente en el Cielo. Amén.
Ahora se rezan los tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. Las demás oraciones y los Gozos se rezarán todos los días.
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