miércoles, 31 de mayo de 2023

LA EXTINCIÓN DE LA MISA: LO QUE ELIMINARON PARA CREAR LA “NUEVA MISA”

Traducción del artículo publicado en INTROIBO AD ALTARE DEI. 
  
Servicio Novus Ordo en el salón de la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles de Belfort (Francia).
  
Se ha escrito mucho sobre la diferencia entre una Verdadera Misa Católica y la “Cena feliz” de la secta del Vaticano II, el servicio neoprotestante del pan y vino. En este artículo, no discutiré las diferencias per se. En cambio, señalaré las admirables oraciones y partes de la Verdadera Misa que fueron abolidas. Todo lo que los modernistas removieron fue una obra maestra de la teología católica, perfectamente adecuada para ofrecer el Sacrificio Incruento del Calvario. Afortunadamente, servirá como otro recordatorio de lo que nos fue quitado, y nos hará siempre más determinados para sostener la Fe de la Única Iglesia Verdadera.
   
(Presentaré muchas fuentes en la compilación de este artículo, incluyendo mis notas de las discusiones con el Padre DePauw. No tomaré crédito para mí sino en poner todas las fuentes en una publicación concisa ---Introibo)
   
De las Oraciones al pie del altar hasta el Credo
   
Debe recordarse que la razón para cambiar la Misa fue para hacerla ecuménica. Todos los errores de la secta modernista proceden de la herética eclesiología del Vaticano II. En el abominable documento Lumen Géntium, pár. #8 enseña:
«Esta Iglesia [de Cristo], establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él, si bien fuera de su estructura visible se encuentren muchos elementos de santidad y verdad».
Desde Su fundación por Cristo en el año 33 A.D., la Iglesia de Cristo siempre ha profesado que Ella, la Única Iglesia Verdadera de Cristo, es idéntica con la Iglesia Católica Romana. En el Vaticano II, se hizo una división. Hay una entidad llamada “la Iglesia de Cristo” cual es distinta de la Iglesia Católica Romana, pero subsiste allí en plenitud con todos los “elementos de verdad”. El Concilio dirigido por modernistas también afirma que la Iglesia de Cristo subsiste en otras religiones, en mayor o menor grado, dependiendo de cuántos “elementos de verdad” tiene cada una.
     
Tener todos los elementos es mejor, pero tener solo algunos es también bueno y conduce a la salvación. Por tanto, para unir todos los elementos, debe haber una “mínima denominación común”, una Única Secta Mundial que haya abandonado todas las diferencias en aras de una falsa y vacía “unidad” donde todos los “elementos” puedan al menos alabársele de dientes afuera, aun si no están presentes. La “misa” Novus Ordo es, primero y sobre todo, ecuménica para lograr este objetivo. Para el resto del artículo, la Misa Latina Tradicional recibirá las iniciales “MLT” y la cena Novus Ordo recibirá las iniciales “NO”

La remoción de lo verdadero, lo bueno y lo bello de la MLT es abrumadora. Ella consiste en 4.420 palabras. El NO tiene aproximadamente 2.240 palabras; casi el 50% de la fraseología fue abolido (digo “aproximadamente” 2.240 por todas las “opciones” del Novus Ordo que el “presidente de la asamblea” o “presbítero” puede usar). Las redacciones han resultado en defectos graves, culminando en la eliminación o puesta en segundo plano de:
  • La naturaleza sacrificial de la Misa.
  • La Presencia Real.
  • El carácter teocéntrico de la Misa.
  • La importancia de la Santísima Trinidad.
  • La indignidad de la humanidad ante Dios.
  • La enseñanza de las verdades católicas.
  • El verdadero sentido de las Escrituras.
   
No se estudiarán todas las partes de la Misa; ello requeriría muchos artículos. Solo se considerarán algunas de las mutilaciones más significativas. Teniendo en cuenta estos puntos preliminares, puede comenzar el examen de las omisiones.

ORACIONES AL PIE DEL ALTAR
La Misa Latina Tradicional comienza así:
[Inclinándose ante el altar, el sacerdote (S)  hace la señal de la cruz, diciendo:]
S: En el nombre del Padre, (✠) y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

S: Entraré al altar de Dios.
M: Hasta Dios, que alegra mi juventud.

SALMO 42
[El sacerdote y el ministro responden alternados:]

S: Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa contra la gente malvada: del hombre perverso y engañador líbrame.
M: Siendo Tú, oh Dios mi fortaleza, ¿cómo me siento yo desamparado, y por qué ando triste al verme molestado por mi enemigo?
S: Envíame tu luz y tu verdad: ellas me han de guiar y conducir a tu santo monte, y a tu morada del Cielo.
M: Y entrare al altar de Dios: hasta Dios que es la alegría de mi juventud.
S: Y te alabaré con la cítara, oh Dios, Dios mío: ¿por qué estás triste, alma mía, y por qué me turbas?
M: Espera en Dios; pues aún he de celebrarle como a mi Dios y Salvador.
S: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
M: Como era en un principio, y ahora y siempre  y en los siglos de los siglos. Amén.

S: Entraré al altar de Dios.
M: Hasta Dios, que alegra mi juventud.

S: Nuestro auxilio ✠ está en el nombre del Señor.
M: Que hizo el cielo y la tierra.
  
Lo que fue eliminado:
Después de hacer la señal de la Cruz (porque la Misa es el mismo Sacrificio de la Cruz, en una manera incruenta), el sacerdote dice que se acercará al altar de Dios y dice el Salmo 42. El Salmo 42 nos recuerda nuestro infeliz estado en un mundo caído donde el mal abunda, y nuestro deseo de estar a salvo con Dios en Su templo. El salmo nos habla de un mundo lleno de hombres injustos y engañadores, y confiamos en Dios como nuestro Protector y Consolador. El modernismo considera prejuiciosos estos sentimientos, y «¿Quién soy yo para juzgar?».

Lutero, en particular, odiaba el Salmo 42, y él (junto con la secta anglicana) lo eliminó por sus ideas de un sacrificio, un sacerdote, y un altar de sacrificio. La luterana “Cena del Señor” tuvo cuidado de eliminar todo esto y remplazar el altar de sacrificio por una mesa de comedor. Los modernistas de la secta del Vaticano II hicieron otro tanto. 

EL CONFÍTEOR
Sigue en la MLT:
[Inclinándose, el sacerdote dice:]
S: Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vosotros, hermanos; que pequé gravemente con el pensamiento, palabra, y obra, (El sacerdote se da tres golpes de pecho diciendo:) por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel arcángel, al  bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos, y a vosotros, hermanos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
M: Dios todopoderoso tenga misericordia de ti, y perdonados tus pecados, te lleve a la vida eterna.
S: Amen.

[Ahora dice el ministro:]
M: Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre; que pequé gravemente con el pensamiento, palabra, y obra, (El ministro se da tres golpes de pecho diciendo:) por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel arcángel, al  bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos, y a vos, Padre, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
S: Dios todopoderoso tenga misericordia de vosotros, y, perdonados vuestros pecados, os lleve a la vida eterna.
M: Amén.

[El sacerdote se signa, diciendo:]
S: El Señor todopoderoso y misericordioso nos conceda la indulgencia ✠, la absolución y la remisión de nuestros pecados.
M: Amén.

[Nuevamente inclinándose ligeramente, el sacerdote sigue:]
S: Oh Dios, vuélvete a nosotros y nos darás la vida.
M: Y tu pueblo se alegrará en Ti.
S: Muéstranos, oh Señor, tu misericordia.
M: Y danos tu salvación.
S: Señor, escucha mi oración.
M: Y mi clamor llegue hasta Ti.
S: El Señor sea con vosotros.
M: Y con tu espíritu.

[Yendo hacia el altar, el sacerdote dice en silencio:]
S: Borra, oh Señor, nuestras iniquidades, para que merezcamos entrar con pureza de corazón al Santo de los Santos, por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

[Se inclina sobre el altar, que besa, diciendo:]
S: Rogámoste, Señor, que por los méritos de tus Santos, cuyas Reliquias están aquí, y por los de todos los Santos, te dignes perdonarme todos mis pecados. Así sea.

Lo que fue eliminado:
El Confíteor reconoce nuestra pecaminosidad individual y suplicamos a Dios que tenga misericordia de nosotros. El sacerdote, haciendo la señal de la cruz, usa las palabras del sacramento de la Penitencia: «El Señor todopoderoso y misericordioso nos conceda la indulgencia ✠, la absolución y la remisión de nuestros pecados. Esto está lleno de significado y simbolismo católico. Indulgencia, absolución, y remisión no son solo tres sinónimos usados para ser repetitivo. Cada término tiene un significado único y bello en la teología católica usada en la Misa Tradicional. 

El perdón (indulgencia) es asociado con la intercesión de Cristo, los santos, y la Iglesia, cuyos méritos mueven a Dios a mostrar Su misericordia. La absolución tiene la connotación del juicio y la purificación. En el sacramento de la Penitencia, Cristo actúa a través de Su sacerdote para purificarnos sacramentalmente, restaurándonos a un estado de gracia santificante. La remisión tiene la connotación de expiación, para la cual necesitamos de los dones del Espíritu Santo. El sacerdote hace la señal de la cruz para asociar la indulgencia con Dios Padre, la absolución con Dios Hijo, y la remisión con Dios Espíritu Santo. Todo esto riñe con la teología protestante, y los modernistas lo consideran “teología negativa” con excesivo énfasis en la pecaminosidad y la idea católica de la justificación. Tenía que irse. Advierte, también, la mención de las reliquias de los santos en el altar de piedra. Reverenciar las reliquias y los santos mártires no es ecuménico, porque los protestantes y los modernistas lo rechazan como “superstición”. Esto fue expurgado, y muchas mesas de la secta del Vaticano II no tienen siquiera un altar de piedra con reliquias. 

EL KÝRIE
De la MLT:
[El sacerdote regresa al medio del altar y dice alternado con el ministro:]
S: ¡Señor, ten piedad de nosotros!
M: ¡Señor, ten piedad de nosotros!
S: ¡Señor, ten piedad de nosotros!
M: ¡Jesucristo, ten piedad de nosotros!
S: ¡Jesucristo, ten piedad de nosotros!
M: ¡Jesucristo, ten piedad de nosotros!
S: ¡Señor, ten piedad de nosotros!
M: ¡Señor, ten piedad de nosotros!
S: ¡Señor, ten piedad de nosotros!

Lo que fue eliminado:
Aquí se implora misericordia a la Santísima Trinidad. Tres veces Kýrie, eléison (¡Señor, ten piedad de nosotros!) en honor a Dios Padre; tres veces Christe, eléison (¡Señor, ten piedad de nosotros!) en honor a Dios Hijo; tres veces más Kýrie, eléison en honor a Dios Espíritu Santo. Esto es muy trinitario. Muchas sectas que se autodenominan “cristianas” no creen en la Trinidad (v. g., los unitarios), por eso era menester que esto se fuera porque no era lo suficientemente ecuménico. Ahora, cada invocación se ha reducido a dos veces, lo que no tiene un significado simbólico y ni siquiera tiene sentido.. 

El Ofertorio hasta el fin del Canon
   
De la MLT:
S: Recibe, oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios, esta que va a ser Hostia inmaculada y que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los circunstantes, así como también por todos los fieles cristianos vivos y difuntos; a fin de que a mí y a ellos nos aproveche para la salvación y vida eterna. Así sea.

[El sacerdote va al lado de la epístola y vierte el vino y el agua en el cáliz].
   
[El diácono, o el sacerdote, vierte vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en silencio:]
S: Oh Dios, ✠ que maravillosamente formaste la naturaleza humana y mas maravillosamente la reformaste: haznos, por el misterio de esta agua y vino, participar de la divinidad de Aquel que se dignó hacerse participante de nuestra humanidad, Jesucristo, tu Hijo Señor nuestro, que, Dios como es, contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Así sea.

[En medio del altar, el sacerdote dice:]
S: Te ofrecemos, Señor, el Cáliz de salvación, implorando de tu clemencia que llegue en olor de suavidad hasta el acatamiento de tu Divina Majestad, para nuestra salvación y la de todo el mundo. Así sea.

[Después de esto, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en silencio:]
S: Recíbenos, Señor, animados de un espíritu humilde y de un corazón arrepentido: y tal efecto produzca hoy nuestro sacrificio en tu presencia, que del todo te agrade, oh Señor y Dios nuestro.

S: Ven, ¡oh Dios santificador, omnipotente y eterno!, y ben ✠ dice este sacrificio preparado para gloria de tu santo nombre.

Lo que fue eliminado:
Estas oraciones tienen la idea de una ofrenda sacrificial. Ellas prefiguran la Transubstanciación al llamar a la hostia «inmaculada», como la Víctima inmaculada del Calvario, y el «cáliz de salvación» que tendrá Su Preciosa Sangre: «… produzca hoy nuestro sacrificio en tu presencia, que del todo te agrade, oh Señor y Dios nuestro. Ven, ¡oh Dios santificador, omnipotente y eterno!, y ben ✠ dice este sacrificio preparado para gloria de tu santo nombre». Además, se ofrece tanto por los vivos como por los difuntos (Purgatorio). 

Lo que más desprecian los protestantes es la idea de la Misa como un sacrificio. ¿A alguien sorprende que Lutero hiciera burla de estas oraciones porque «apestan a sacrificio»?  La doctrina del Purgatorio (también universalmente rechazada fuera de la Única Iglesia Verdadera) se hace clara al ofrecer la Misa por los difuntos. 
   
El NO remplazó este Ofertorio con palabras tomadas de la cena de Séder judía. La cena del Séder es conmemorativa, no sacrificial. Esta también fue una apertura ecuménica para con la raza deicida. El término sacrificio se conservó esta vez (en el contexto de la cena judía) significando «alabanza y acción de gracias», no realmente como ofrecer una Víctima a Dios. Se removió toda mención del Purgatorio.
   
El Canon de la Misa
  
(a) El Te Ígitur en la MLT
[El sacerdote ora en silencio]
S: Te pedimos, pues, y humildemente te rogamos, oh Padre clementísimo, por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que recibas y bendigas estos ✠ dones, estas ✠ ofrendas y estos ✠ santos y puros sacrificios; que te ofrecemos, en primer lugar, por tu Santa Iglesia católica, para que te dignes darle la paz, guardarla, unificarla, y gobernarla en toda la redondez de la tierra, juntamente con tu siervo el Papa N., nuestro Prelado N., y todos los que profesan la verdadera fe católica y apostólica.
Lo que fue eliminado:
Aquí, una vez más, es inequívoca la naturaleza sacrificial de la Misa. Se bendicen tres veces el pan y el vino en honor de la Santísima Trinidad, y se ofrece por todos los que son ortodoxos en la creencia, y quienes se oponen a ella son heterodoxos, implicando que no se puede ser hereje y miembro de la Iglesia. El NO removió dos de las tres señales de la cruz y la referencia a ser ortodoxos en la fe (Ortodoxo como adjetivo (Fe verdadera), no como sustantivo para los cismáticos orientales). El Canon, una regla invariable de Fe, fue remplazada en el NO por cuatro opciones de “Plegarias eucarísticas” de las cuales solo la #1 si quiera remotamente recuerda el Canon fijado desde el año 604 AD. 

(b) La conmemoración de los vivos
S: Acuérdate, Señor, de tus siervos y siervas N. y N.…, y de todos los circunstantes, cuya fe y devoción te son conocidas; por los que te ofrecemos, o que ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza, por sí y por todos los suyos, por el rescate de sus almas, y por su salud y bienestar corporal; y que también te tributan sus homenajes a Ti, Dios eterno, vivo y verdadero.
Lo que fue eliminado
Aquí la palabra devoción era un problema para los reformadores de la secta del Vaticano II, porque tiene la connotación de celo y piedad. La idea de la devoción es anatema para los modernistas que creen que Dios «nos ama tal como somos», y tuvo que irse.

(c) El Communicántes
S: Unidos por la comunión de los Santos y honrando, primeramente, la memoria de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, Señor y Dios nuestro, y la de tus bienaventurados Apóstoles y Mártires: Pedro y Pablo, Andrés, Santiago, Juan, Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo, Lino, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián, y de todos tus Santos; te pedimos, por sus méritos e intercesión, nos concedas ser fortalecidos en todo con el auxilio de tu protección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

Lo que fue eliminado:
Los protestantes rechazan la invocación de los santos. Todos los santos mencionados aquí fueron “hechos opcionales” excepto San Pedro, San Pablo y San Andrés. En la Misa Tradicional hay 62 nombres de santos, muchos de los cuales son papas. El NF tiene 41 santos mencionados, pero 32 son opcionales, dejando una mención obligatoria de solo nueve santos. 

(d) El Hanc Ígitur y Quam Oblatiónem  
S: Por lo mismo, Señor, te rogamos te dignes admitir favorablemente esta oblación en testimonio de nuestra dependencia y de toda tu familia: y hacer que pasemos, en paz contigo, los días de nuestra vida, que nos veamos libres de la condenación eterna y seamos por Ti incluidos en el número de tus escogidos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea. [Aquí la campana suena una vez].

S: La cual oblación, suplicámoste, oh Dios, te dignes ordenar sea ben ✠ dita, adscri ✠ ta, ratifi ✠ cada, racional y agradable: de suerte que se convierta, para nuestro provecho, en el Cuer ✠ po y San ✠ gre de tu muy amado Hijo Jesucristo, Nuestro Señor.
Lo que fue eliminado:
La palabra devoción, que significa celo y piedad, fue removida una vez más. La palabra oblación, que significa sacrificio ofrecido a Dios, ha sido remplazada en el Novus Ordo por la palabra ofrenda, la cual no está unida definitivamente a un sacrificio, ni necesita referencia a Dios (uno puede hacer una ofrenda de dinero a una caridad seglar). La palabra consagrar, que trae a nuestra mente la Transubstanciación, fue removida, y las cinco señales de la Cruz (por las Cinco Llagas de Cristo) se reducen a una sola.

(e) La Consagración del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
No se discutirá la Forma del Sacramento. Aun con materia y forma correctas, no hay sacerdote válido. Si el sacerdote fuera válido, seguiría siendo un servicio inválido porque han removido la Intención al volver esta parte en el Novus Ordo un Relato de la Institución.

Las Palabras de la Consagración son llamadas ahora las Palabras de la Institución, y recitadas dentro de un “Relato de Institución” en la “Plegaria Eucarística”. En el Canon de la Misa, el sacerdote debe detenerse, inclinarse sobre la hostia o el cáliz que será consagrado, y hablando en una voz secreta (baja), debe decir atenta y devotamente las palabras sin interrupción. Esto es para mostrar que el sacerdote no está simplemente repitiendo las Palabras de Nuestro Señor dichas hace casi 2000 años en alguna narración de un evento histórico, sino que planea realizar la acción de la Consagración efectuando la transubstanciación aquí y ahora.
   
Al recitar las Palabras de la Institución en un Relato de Institución, el presbítero hace exactamente lo contrario. Él lee como si se tratase de un gran relato histórico, viciando así su intención de consagrar, según algunos teólogos como el rubricista John Baptist O’Connell. Es análogo a bautizar un bebé dentro del contexto de leer el capítulo 28 del Evangelio de San Mateo (¿es el intento de bautizar aquí y ahora, o estás simplemente recitando lo que tuvo lugar en tiempos de la vida de Nuestro Señor en la Tierra? ¿El resultado? Aun asumiendo que haya sacerdote válido, materia válida y forma válida, el defecto de intención lo hace inválido.

El Pater Noster hasta el fin de la Misa
   
De la MLT:
S: Oremos. Teniendo en cuenta la orden del Señor y aleccionados por el divino Maestro, nos atrevemos a exclamar:
S: Padre nuestro, que estás en los cielos. Santificado sea el tu nombre. Venga a nos el tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación.
M: Mas líbranos del mal.
S: Así sea.

S: Líbranos, sí, Señor, de todos los males pasados, presentes y futuros; y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Dios, y de tus bienaventurados Apóstoles San Pedro, San Pablo y San Andrés, y todos los demás Santos danos bondadosamente la paz en nuestros días; a fin de que, asistidos con el auxilio de Tu misericordia, estemos siempre libres de pecado y al abrigo de cualquier perturbación.

[El sacerdote parte la Sagrada Hostia, diciendo:]
S: Por el mismo Jesucristo, Señor nuestro e Hijo tuyo, que, Dios como es, contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo. Por los siglos de los siglos.
M: Así sea.

S: La paz ✠ del Señor ✠ sea siempre con ✠ vosotros 
M: Y con tu espíritu.

[El Sacerdote deja caer en el Cáliz la partícula de la Hostia]
S: Que esta mezcla de los elementos consagrados del Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, nos aproveche a quienes la recibimos, para la vida eterna. Así sea.

Lo que fue eliminado:
El Pater Noster (Padre nuestro) se dice como fue enseñado. Toda la atención está puesta en la Divina Víctima presente en el altar. El NO añade la doxología protestante (Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre), quitando la atención de Cristo hacia un “signo de la paz”, que incluye apretones de manos, abrazos, besos, etc., porque Cristo está tan presente en “la asamblea” como en aquello que aún llaman la Eucaristía. Desapareció la invocación de la Santísima Virgen María, los Apóstoles San Pedro, San Pablo y San Andrés, y todas las tres señales de la Cruz fueron suprimidas.

EL AGNUS DEI
De la MLT:
[Inclinándose, el sacerdote dice:]
S: Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo ¡ten misericordia de nosotros! Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo ¡ten misericordia de nosotros! Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo ¡danos la paz!

S: Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: Mi paz os dejo, mi paz os doy; no te fijes en mis pecados, sino en la fe de tu Iglesia, a la cual dígnate pacificarla y unirla conforme a tu voluntad. Tú que vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Así sea.

S: Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del Padre y con la cooperación del Espíritu Santo, diste la vida al mundo por tu muerte: líbrame, por tu sagrado Cuerpo y Sangre de todas mis iniquidades y de todos los demás males, y haz que cumpla siempre tus mandamientos y no permitas que jamás me aparte de Ti, quien siendo Dios, vives y reinas con el mismo Dios Padre y con el Espíritu Santo, Por los siglos de los siglos. Así sea.
   
S: La comunión de tu Cuerpo, Señor Jesucristo, que yo indigno me atrevo a recibir ahora, no se me convierta en motivo de juicio y condenación; sino que, por tu misericordia, me sirva de protección  para  alma y para cuerpo y de medicina saludable. Tú, que siendo Dios, vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Así sea. 
   
Lo que fue eliminado:
Las tres oraciones después del Agnus Dei tenían que irse, porque sufrían de mucha teología negativa. Las “iniquidades” (las inclinaciones pecaminosas, como también el pecado), “que cumpla siempre tus mandamientos” (buenas obras), y “no permitas que jamás me aparte de Ti” (pecado mortal), son todas contrarias al modernismo y ofensivas a los protestantes. La oración final hace que el sacerdote se refiera a sí mismo solamente (sacerdocio sacrificial) aparte de la “asamblea”.

COMUNIÓN DEL SACERDOTE
De la MLT:
[El sacerdote hace genuflexión, se levanta y dice:]
S: Recibiré el Pan celestial, e invocare el Nombre del Señor.

[Tomando la Sagrada Hostia con su mano izquierda, el sacerdote golpea su pecho tres veces, diciendo (aquí la campana suena cada una de las tres veces que el sacerdote dice):]
S: Señor, yo no soy digno de que entres en mi pobre morada, mas di una sola palabra y mi alma será salva. (tres veces).
    
[Tomando la Sagrada Hostia en su mano derecha, el sacerdote hace la señal de la cruz con ella y dice:]
S: El Cuerpo de Nuestro Señor ✠ Jesucristo guarde mi alma para la vida eterna. Así sea.

[El sacerdote recibe la Sagrada Comunión y después de una breve meditación continúa:]
S: ¿Con qué corresponderé yo al Señor por todo cuanto Él me ha dado? Sumiré el Cáliz de salvación e invocaré al Señor con cánticos de alabanza, y me pondré a salvo de mis enemigos.

[El sacerdote toma el Cáliz en su mano derecha y hace la señal de la cruz diciendo:]
S: La Sangre de Nuestro Señor ✠ Jesucristo guarde mi alma para la vida eterna. Así sea.
   
[Aquí se dicen el segundo Confíteor, y las oraciones Misereátur e Indulgéntiam].
  
[El sacerdote entonces se vuelve a los fieles con el Ciborio y, sosteniendo una de las Sagradas Partículas ante los comulgantes, dice:]
S: Ved aquí el Cordero de Dios, ved aquí al que quita los pecados del mundo.

[El sacerdote dice en voz alta:]
S: Señor, yo no soy digno de que entres en mi pobre morada, mas di una sola palabra y mi alma será salva. (tres veces)
Lo que fue eliminado:
«Tuyo es el reino». Es reducida de tres recitaciones por el sacerdote y tres por el ministro a solamente una por la “asamblea”. La indignidad es negativa. El segundo Confíteor, y las oraciones Indulgéntiam y Misereátur fueron suprimidas (el Misal roncalliano de 1962 los suprimió también).  

COMUNIÓN DE LOS FIELES
De la MLT:
[El sacerdote da la Sagrada Comunión a cada comulgante diciendo:]
S: El Cuerpo de Nuestro Señor ✠ Jesucristo guarde tu alma para la vida eterna. Así sea.

Lo que fue eliminado:
En la MLT, el sacerdote hace la señal de la cruz con la Sagrada Hostia sobre cada comulgante antes de colocarla en la lengua de la persona mientras están arrodilladas. Mientras hace la señal de la cruz, el sacerdote entona el efecto del Sacramento si este es recibido dignamente, esto es, la gracia para preservar el alma, que cooperando con dicha gracia, la persona pueda morir en estado de gracia y heredar el Reino de los Cielos (la vida eterna). TODO esto fue eliminado como “rémoras de teología católica”.
   
El NO tiene la hostia no consagrada manipulada por laicos de uno y otro sexo (los denominados “Ministros Extraordinarios de la Eucaristía (sic)”). Ellos sostienen la galleta frente al receptor (que está de pie) y dicen: «El Cuerpo de Cristo» y a lo cual él o ella responde «Amén». Tú puedes entonces tomar la galleta en tu mano y ponerla en tu boca, o tenerla puesta en tu lengua. Todo esto es lo que los luteranos y anglicanos hicieron para destruir la creencia en la Presencia Real, y los modernistas han hecho exactamente lo mismo. No hay manos sacerdotalmente consagradas para sostener la hostia, no hay distinción entre laicos y clérigos, no hay señal de la cruz, no hay mención de los efectos del Sacramento, y el receptor debe afirmar su creencia, mientras que la teología católica no tiene a los laicos diciendo «Amén» antes de recibir la Hostia. Cristo está realmente Presente creas o no en ello.

EL ÚLTIMO EVANGELIO
En la Misa Tradicional, el sacerdote lee el Evangelio de San Juan I, 1-14 (a menos que el propio de la Misa disponga que se lea otro).

Lo que fue eliminado:
Todo. Esto es antiecuménico porque dice que Jesucristo es Dios, el cual vino Encarnado, y que no hay salvación para el que Lo rechace. 

ORACIONES DESPUÉS DE LA MISA REZADA
La MLT tiene tres Ave Marías, la Salve Regína, una oración por la Iglesia, y la Oración a San Miguel Arcángel, y finaliza con la triple invocación por la misericordia del Sagrado Corazón de Jesús.

Lo que fue eliminado:
Todo. El Papa Pío XI dispuso que el objeto de estas oraciones fuera la conversión de Rusia. Por Bergoglio sabemos que «el proselitismo es un solemne sinsentido». Implorar el auxilio de la Inmaculada Madre de Dios, San José y los Santos, y pedir por «la conversión de los pecadores y la libertad y la exaltación de la Santa Madre iglesia» es más de lo que cualquier modernista puede tragar. Añade a eso la oración a San Miguel, que nos recuerda nuestra batalla contra satanás, que también es muy real, y la invocación al Sagrado Corazón, despreciado por los protestantes, hizo que todo esto acabase arrojado en la basura de la secta del Vaticano II.

CONCLUSIÓN
   
Tú puedes felizmente ver las sólidas doctrinas católicas que fueron eliminadas o puestas en segundo plano en la “Cena feliz” del Novus Ordo, donde el entretenimiento de la gente y hacerla sentir bien es la principal prioridad. Este es un circo ecuménico de tres pistas para destruir la Fe e inculcar el modernismo. Debes estar más resuelto que nunca para sostener la Única Fe Verdadera, la Verdadera Misa y los verdaderos sacramentos. No permitas nunca que nadie te convenza de disminuir o (Dios no lo quiera) eliminar de tu corazón y tu alma la Fe verdadera, porque sin ella nadie puede ser salvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.